Eva Kaili, ex vicepresidente del Parlamento Europeo, pidió ante el Tribunal de primera instancia de Bruselas su libertad vigilada con brazalete electrónico.
Según ha sostenido este jueves su defensa, la eurodiputada griega colabora con la investigación y no aceptó sobornos de Qatar.
Ha sido durante su comparecencia ante el juez, una semana después que otros imputados, ya que solicitó un aplazamiento.
De este modo, se esperaba que a lo largo de la jornada que el Tribunal decidiera la permanencia o no en la cárcel de la socialista griega.
Finalmente, la decisión ha sido mantenerla en prisión preventiva durante, al menos, un mes más. La resolución se puede recurrir en un plazo de 24 horas.
Así, André Risopoulos, uno de sus abogados, ha declarado a la prensa que había pedido para Kaili el “régimen de vigilancia telemática”.
Asimismo, Risopoulos ha trasladado que su defendida “rechaza todos los cargos de corrupción” que se le imputan. Además, dijo, está “participando activamente” en la investigación.
No obstante, ha rechazado aportar más detalles de la vista que se celebró a puerta cerrada y visiblemente molesto por las filtraciones el caso. Un extremo que la Fiscalía belga investiga.
Según el diario Le Soir, Kaili habría reconocido ante los investigadores que pidió a su padre que ocultara parte de los miles de euros que tenía en su domicilio.
Sin embargo, niega su participación en la trama criminal de los supuestos sobornos de Qatar.
Precisamente, la detención del padre de Kaili posibilitó a la Policía belga registrar el domicilio de la ex vicepresidente de la Eurocámara. La inmunidad parlamentaria no rige si se trata de la comisión de un delito flagrante.
Kaili se encuentra encarcelada desde hace más de una semana.
Las autoridades judiciales sí han considerado la permanencia en la cárcel de Giorgi y del ex eurodiputado socialista Pier Antonio Panzeri.