Este lunes, Luis Medina y Alberto Luceño comparecieron ante el juez Adolfo Carretero por su implicación en la supuesta estafa de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid.
Entre las medidas cautelares que les ha impuesto, les ha retirado sus respectivos pasaportes y les obliga a comparecer ante el juzgado cada quince días.
Ambos comparecían ante el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid en calidad de investigados.
El magistrado los ha interrogado por la supuesta comisión de delitos de estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental. Además, al hijo de Naty Abascal lo investiga por un supuesto alzamiento de bienes.
Así, Medina declaró durante alrededor de media hora, respondiendo sólo a las preguntas del juez. No respondió a las del fiscal y las de las partes.
Luceño, por su parte, ha actuado del mismo modo durante los alrededor de veinte minutos que ha durado su declaración.
Mientras que el Ayuntamiento de Madrid y la Fiscalía no pidieron medidas cautelares, la acusación popular pidió exactamente las que ha impuesto el magistrado. PSOE, Podemos y Más Madrid ejercían la acusación popular.
Luceño y Medina estaban citados a las 12:00
Luceño llegaba a las nueve de la mañana y Medina lo hacía pasadas las 11:40 en taxi. La citación era a las 12:00.
Los investigados pidieron al decanato de los juzgados acceder en coche al edificio, pero se les denegó.
Por eso tuvieron que entrar por el acceso principal, donde hay un control previo y les esperaban decenas de periodistas.
De hecho, el hijo de Naty Abascal llegó a la entrada a empujones e incluso se golpeó contra las vallas de acceso.
Ambos acusados coincidieron en los pasillos pero se sentaron distanciados entre ellos por dos bancos, según fuentes jurídicas. Tras saludarse, cada uno se fue a su banco.
El hijo de Naty Abascal contactó con el primo del alcalde
El aristócrata confirmó que en su declaración que contactó con el Consistorio madrileño llamando a Carlos Martínez-Almeida, primo del alcalde de Madrid.
Fue quien le proporcionó el correo electrónico de Elena Collado, responsable de Compras del Consistorio madrileño.
Ella fue la encargada de negociar con Luceño la operación para traer material sanitario “en el momento más álgido de la pandemia”.
Entonces había “miles de fallecimientos diarios”, señaló el juez Carretero en un auto.
La operación se llevó a cabo entre la empresa malaya Leno y la empresa funeraria municipal porque se debía adelantar el 50% del coste.
Una comisión “normal”
Respecto a su comisión, Medina considera que es “normal”, como igual declaró ante el fiscal de Anticorrupción. Asimismo, sostuvo que la comisión la fijó el empresario malayo.
El juez instructor ha fijado para el aristócrata una fianza de 891.000, como pedía la Fiscalia. Al no encontrar en sus cuentas bancarias más de 250 euros, procedió a fijar esta fianza y a acusarle de alzamiento de bienes.
Si no la deposita, embargará los derechos hereditarios del investigado respecto a la herencia de su abuela, la duquesa de Medinaceli.
Medina y Luceño se conocían de antes
Además, confirmó ante el magistrado que conocía a Luceño por otras operaciones internacionales y que le pidió el contacto de algún cliente.
Por su lado, Luceño depositó dos relojes para sumarlos a la fianza. Declaró que la operación era la primera que efectuaba con la empresa Leno y que la comisión era habitual en ese tipo de transacciones.
Al tiempo, sostuvo que el empresario San Chin Choon declararía en la instrucción de la causa. Ante ello, el magistrado señaló que era la primera noticia puesto que se ha negado a colaborar con la justicia.