Dos son los favoritos en las primarias del Partido Demócrata en Estados Unidos: Jose Biden y Bernie Sanders. El segundo tiene cierta ventaja. El primero cuenta con el aval de haber sido el vicepresidente de Barack Obama, uno de los presidentes estadounidenses más carismático.
Sanders ha ido acorralando a Biden desde Iowa, pero el ex vicepresidente ganó en las trascendentales votaciones en Carolina del Sur este sábado. Hoy se juegan su nominación para enfrentarse a Donald Trump, si la Convención Nacional Demócrata de julio lo confirma.
No carecen de importancia las votaciones de hoy. Será el tamiz definitivo. En juego están 1.357 de los 1.991 delegados que garantizarían la elección final en el cónclave demócrata. Catorce estados y un territorio estadounidense –Samoa Americana- eligen a su presidenciable.
En concreto, Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, Virginia y Samoa Americana. Con todo, nada es seguro, pero apunta.
La votación es monumental, por lo que la junta electoral ha hecho un llamamiento a la paciencia cara a los resultados finales. Unas primarias que no están exentas de dificultades de toda índole, de recursos lo primero.
“Si nos pusiéramos a contar en el momento en que cerraran las urnas, estaríamos dejando a los votantes sin derechos, así de simple”, indicaba a NPR Kathleen Hale, directora del Instituto de Investigación y Práctica de la Administración Electoral de la Universidad de Auburn.
“Si esperamos tener un recuento dentro de las cuatro o cinco horas posteriores al cierre de las urnas, necesitamos una infraestructura mucho más sofisticada y, francamente, costosa para que sea incluso remotamente posible”, añadía.
A Biden y Sanders se une Bloomberg
Las incógnitas crecen tras la entrada a última hora de otro candidato: Mike Bloomberg, magnate y ex alcalde de Nueva York. De los posibles resultados que obtendría no se sabe nada porque no estuvo presente en las anteriores.
Eso sí, el perfil de los dos favoritos marca las enormes diferencias entre ellos. Biden es el representante de la élite del partido, con imagen de estadista. Sanders es el “renegado”, un socialdemócrata a quien fortalecen sus agresivas bases en redes sociales.
Y no olvidemos al resto. Las encuestas sitúan a Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts, tras ellos, seguida de Bloomberg y Amy Klouchbar, senadora por Minnesota. Los tres lucharán por lograr el 15% necesario para conseguir, al menos, un delegado en cada estado de este supermartes.
Warren parte como la mejor situada, a la vez que Pete Buttigieg, ex alcalde de South Bend y el candidato masculino más joven, anunciaba el domingo que se retiraba.
De las primarias de hoy, sobresalen dos: la de California y la de Texas. Entre ambas aglutinan 755 delegados, 494 y 261, respectivamente, y más de la mitad de los que se eligen. En los dos estados ganaría, según las últimas encuestas, el senador por Vermont, con el 30% de los votos, seguido del ex vicepresidente, con un 19 y un 26%, respectivamente.
Ahora bien, pase lo que pase hoy, el Partido Demócrata sigue sumergido en el debate interno de quién es el candidato capaz de derrotar a Trump. El mandatario estadounidense es una figura establecida y en pocas ocasiones un presidente en el cargo ha sido vencido en una reelección.
Pesa el desastre de Hilary Clinton en 2016
De ahí que los demócratas no se fíen, más aún después del desastre de 2016, en cuyas elecciones parecía que Hilary Clinton ganaría de calle. Entretanto, Trump sigue con un 30% de base que no cede y aprovecha a minar a los candidatos demócratas con todo tipo de artimañas.
Lo más pragmático sería elegir a un aspirante que fuera capaz de derrotar al presidente en algunos estados clave. De ese modo quedaría garantizado llevarse todos los representantes de la circunscripción. Tarea difícil, pero para ello, Biden podría tener el perfil.
En cambio, Sanders goza del respaldo de las nuevas juventudes del partido, cansadas de una formación monolítica alejada de ellos. Alexandra Ocasio-Cortez ya ha manifestado su apoyo al senador y avisa de que protestará si observa alguna irregularidad. Sin embargo, la imagen de radical de Sanders puede jugar en su contra.