Hasta los 45.000 millones de euros, 5.322 billones de yenes, podría incrementarse el presupuesto de Defensa de Japón en 2020. La intención es aumentar la seguridad de su espacio aéreo y la defensa informática debido a la creciente tensión en la península de Corea.
De aprobarse, supondría un incremento de un 1,2% respecto al presupuesto de este año. Se emplearía, entre otros objetivos, en la compra de tres cazas de combate F-35A y seis cazas F-36B, según informa el Ministerio en su página web.
De este modo, los portaviones de la serie Izumo transportarían un total de 20 cazas de despegue y aterrizaje verticales F-35B de respuesta rápida en caso de emergencia. Coincide también con el repunte de la tensión en el mar de China Meridional, en donde el Gobierno nipón confía poder hacer frente al gigante asiático.
Con todo, el Ejército japonés continuará con su cometido puesto que la coalición de gobierno y sus aliados, que quieren revisar la pacífica Constitución de Japón, no lograron la mayoría de dos tercios en el Senado necesarios para que Shinzo Abe, primer ministro nipón, saque adelante la propuesta reformista.
De acuerdo con el artículo 9 de la Constitución japonesa, queda prohibido mantener fuerzas armadas, aunque si se permite una fuerza militar de autodefensa. Abe pretende añadir una referencia a las Fuerzas de Autodefensa para dejar claro su estatus.