“Iván, ¿qué vais a votar?”. “Nos abstenemos, Adriana”

“Iván, ¿qué vais a votar?”. “Nos abstenemos, Adriana”

Una llamada de Adriana Lastra, portavoz del PSOE en el Congreso, a Iván Espinosa de los Monteros, su homólogo de Vox, fue lo único que a última hora de la votación del jueves del decreto de los fondos europeos hizo respirar a los socialistas y, por extensión, al Gobierno.

Lo desvela El País, que relata la cronología de lo que sucedió en los ‘pasillos’ –la votación era telemática— de la Cámara Baja. A punto estuvo de irse al traste el proyecto porque había más noes que síes. Tanto socialistas como los de Santiago Abascal votaron el miércoles, pero no estaba claro.

Espinosa de los Monteros hizo un discurso lleno de contradicciones, atacando el decreto, pero, a su vez, defendiendo la necesidad de que los fondos lleguen a comerciantes y empresarios.

Había que asegurar que las abstenciones al menos garantizarían que saldría adelante, pero ante la duda, Lastra llamaba al portavoz de ultraderecha.

“Después de este discurso, Iván, no me ha quedado claro. ¿Al final qué habéis votado?”, pregunta la portavoz socialista. “Nos abstenemos, Adriana”, le respondió Espinosa de los Monteros.

No era el modo en que el PSOE y el Ejecutivo le habría gustado sacar el decreto adelante, pero era suficiente y los socialistas respiraron aliviados.

En el PSOE consideran que los de Vox no pensaban que sus votos iban a ser decisivos porque se daba por descontada la abstención de Ciudadanos. Cuando se desató la tormenta, ya era tarde. Los diputados de ultraderecha ya habían votado.

A primera hora de la tarde del miércoles comenzaba una suerte de maratón para amarrar votos a favor o de abstención porque ERC confirmaba su voto negativo. Los socialistas creen que en el fondo están las elecciones catalanas.

Los republicanos no pueden respaldar o abstenerse en un decreto el mismo día que arrancan los comicios, sabedores de que Salvador Illa puede derrotarlos. En el mismo sentido se orientan JxCat y PDeCAT. La amplia mayoría que dio luz verde a los Presupuestos se iba deshaciendo.

De nuevo Ciudadanos puede ser la llave, pero da un portazo al negociador muy molesto porque siempre acuden a ellos cuando fallan los republicanos. En el fondo, también las elecciones catalanas.

Por otro lado, Carmen Calvo habla con Íñigo Errejón. Todos los votos, por pocos que sean, son decisivos. Más País consigue arrancar a la vicepresidente primera un compromiso de invertir 50 millones en un proyecto piloto para probar la reducción de la jornada laboral. Los de Errejón votarían ‘sí’.

El Gobierno va consiguiendo respaldos. Bildu y el PNV pasan de la abstención al voto afirmativo, pero no es suficiente: 173 síes. El Ejecutivo se pone en el peor escenario y piensa que la derrota será sonora, aunque después de las catalanas será posible con otro decreto.

Todo parece confirmarlo y a media mañana se conoce el voto contrario de los de Inés Arrimadas. Ya sabían que algunos diputados de Vox se habían abstenido, pero no lo dan por hecho. Es cuando Adriana Lastra llama a Iván Espinosa de los Monteros, quien le asegura que se abstienen. Alivio.

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