Irlanda reconoce la victoria del ‘sí’ en el referéndum del aborto

Irlanda reconoce la victoria del ‘sí’ en el referéndum del aborto

Los resultados oficiales no serán públicos hasta esta tarde.
Las encuestas a pie de urna adelantan una victoria del 68% frente al 32% del al aborto en el referéndum celebrado ayer en Irlanda. Leo Varadkar, primer ministro irlandés, declaró: “Parece que hemos hecho historia”. A media mañana de hoy, la campaña antiaborto Salvad la Octava enmienda reconoció la derrota en un comunicado en el que califica el resultado de la consulta como la tragedia como una “tragedia de proporciones históricas” en un país de fuerte arraigo católico. “El niño no nacido no tiene ya reconocido el derecho a la vida en nuestro Estado”, rezaba parte de la nota, en el que se incluya otra frase lapidaria: “Pronto tendremos una legislación que permitirá matar a los bebés en este país”.
Varadkar, de 39 años, abiertamente gay, hijo de inmigrantes indios, subrayó el profundo cambio social que está experimentando Irlanda, que hace tan solo tres años, en otra consulta popular, se pronunció a favor del matrimonio homosexual con la misma diferencia. El primer ministro también quiso recordar que el al divorcio venció en 1995 por tan solo 9.000 votos de diferencia y hace 35 años, en otro referéndum, los irlandeses se inclinaron con parecida proporción, pero a la contra, 62% frente al 37%, para aprobar la introducción de la octava enmienda destinada a “proteger la vida de los no nacidos”. Ahora, el Parlamento deberá trabajar en la nueva legislación de forma que se facilite el acceso al aborto en las 12 primeras semanas de embarazo, un debate que coincide con la visita del papa Francisco.

Todas las franjas de edad apoyan el cambio constitucional
Salvo los mayores de 65 años, todos los grupos de edad respaldaron la reforma que derogará la octava enmienda de la Constitución irlandesa. El 87% de los jóvenes de entre 18 y 24 años apoyaron el al aborto. Ha quedado demostrado que el bache entre las dos Irlandas no existe. El 75% de los consultados por el sondeo reconoce que su posición no ha variado en los últimos cinco años, lo que viene a demostrar que el cambio, deseado, viene de lejos. En Dublín, el 70% de los votantes lo hicieron por el , y en las zonas rurales el 63%.
La clase política apoyó mayoritariamente la reforma constitucional y que se legisle para regular el derecho a la interrupción del embarazo. Micheál Martin, líder de la oposición, se postuló también por el para “poner fin a la crisis traumática que afecta a muchas de nuestras mujeres que no pueden recibir un tratamiento compasivo en nuestro país”, a la vez que Mary Lou McDonald, líder de Sinn Féin, fue una de las más férreas defensoras de aprobar el aborto.

Sin incidentes
Las diferencias de opinión son palpables en los partidos y en las familias irlandesas pese a lo cual apenas ha habido incidentes durante la campaña y durante la jornada del plebiscito de la consulta lejos de los duros enfrentamientos que se produjeron durante el referéndum de 1983. Una joven de 20 años, manifestaba que su madre está a favor de derogar la enmienda, pero que su padre, muy católico, está en contra. La gente de su generación lo tiene claro porque, incluso, lo han vivido de manera muy personal. Algunas jóvenes optan por viajar a otros países, como la cercana Inglaterra, donde el aborto es legal. Otras eligen tomar la píldora abortiva, que entraña graves riesgos para la salud. Hasta ahora, en Irlanda solo se aceptaba la interrupción del embarazo si había grave peligro para la vida de la madre, incluido el riesgo de suicidio, pero no se aceptaban los casos de malformación del feto o de violación, con unas posibles condenas de hasta 14 años si se practica el aborto ilegal.
Las campañas han sido muy incisivas y criticadas a la vez, con lemas en la del no como “Tu voto puede matar o salvar bebés inocentes”, “¿licencia para matar?” o “El corazón palpita a los 20 días”, además de usar a niños con el síndrome de Down. Leana O’Flynn, del movimiento Love Boh, justificaba su voto en contra diciendo que “no podemos esconder la cabeza ante lo que realmente significa el aborto y ante lo que puede suceder si se revoca la octava enmienda. Irlanda pasaría de la ley más protectora a una de las leyes más permisivas de Europa. Cualquier mujer podría abortar durante 12 semanas sin restricciones. Acabaríamos como en el Reino Unido, donde uno de cada cinco embarazos acaba en aborto”.
Por el contrario, la campaña a favor se centró en el empoderamiento femenino con eslóganes como “Confiad en las mujeres”, “Sí por dignidad, igualdad y compasión” o “Sí por tus hijas, tus hermanas y tus amigas”.

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