La reforma de la ley del aborto se llevará a cabo antes de que acabe el año. Al menos es la intención que tiene Irene Montero, ministra de Igualdad, al comprometerse a “dar un impulso definitivo” a la modificación de la norma.
Así lo ha manifestado en una entrevista en Radiocable. Explicó que dedicará “a la reforma del aborto, junto con la ley de trata, nuestra energía”.
“Vamos a poner todos los esfuerzos para que cualquier mujer pueda interrumpir su embarazo cerca de su domicilio y en un hospital público”, señaló.
Según trasladó la ministra, la voluntad del Gobierno con la ley del aborto es “respetar los derechos del personal sanitario”. Sin embargo, matizó, “los derechos de los médicos no pueden estar por encima de los de las mujeres”.
De ahí que haya que “buscar fórmulas” para hacer compatibles ambos derechos. Sostuvo que el que haya mujeres que deban ir a otras Comunidades Autónomas a abortar representa una “violación de sus derechos”.
A su vez, destacó la “gran unidad” del feminismo en cuanto al aborto como derecho de la mujer se refiere. “Siempre habrá un debate, pero en España hay un amplio consenso de que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho”, apuntó.
“Trabajamos para eliminar la reforma absurda del PP, que perjudica a mujeres en grave situación de vulnerabilidad, y hacer efectivo ese derecho”, añadió.
Montero garantizó la atención a toda aquella mujer que quiera poner fin voluntariamente a su embarazo. En ese sentido, indicó que la reforma de la ley del aborto mejorará los procesos para interrumpir la gestación.
Asimismo, incluirá el reconocimiento de la “violencia obstétrica”, así como el derecho de la mujer a elegir el método para abortar. Por último, incorporará el “reconocimiento de los vientres de alquiler como una forma de violencia hacia las mujeres”.