Desde julio de 1989 no se veía una tasa tan alta del Índice de Precios de Consumo (IPC), que en febrero ha marcado un 7,4% interanual. En el segundo mes de este 2022, subió un 0,6% respecto a enero.
Así, el IPC interanual encadena 14 tasas positivas consecutivas, según los datos avanzados del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este máximo que no se veían desde hace 33 años, se debe a las subidas “generalizadas” en la mayoría de los elementos que recoge el INE.
Destaca el alza de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de los carburantes, además del de los precios de la electricidad. En febrero, estos últimos bajaron menos que en el mismo mes del pasado año.
Por otra parte, la inflación subyacente –sin alimentos no elaborados ni productos energéticos– se incrementó en seis décimas, hasta situarse en el 3%.
En términos mensuales, el IPC que se registró en febrero aumentó un 0,6% respecto al mes anterior, mientras que en enero bajó un 0,4%.
Asimismo, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se situó en el 7,5%, es decir, un punto por encima de lo registrado en enero. En tasa mensual, este indicador subió un 0,7%.
Cabe recordar, que este es el segundo mes en que estadística publica los datos de IPC con la nueva base 2021. En ella se incorpora novedades metodológicas para mejorar la precisión de este indicador.
Asimismo, se introducen cambios la composición de la cesta la compra y un nuevo método de ponderaciones.
De este modo, el IPC base 2021 incluye nuevos tratamientos para el seguimiento de los precios del vestido. También, para el procesamiento de la falta de precio, así como una actualización de la relación de subclases.
Así, desaparecen 24 subclases para calcular este indicador y se incluyen dos nuevas. Entre los cambios más destacados, la consideración de las mascarillas higiénicas y la suscripción a prensa on-line.
Desaparecen, a su vez, los reproductores de imagen, los reproductores portátiles o el compact-disc o el DVD, además de otros.