El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado al alza en una décima el IPC de agosto, situándolo en el 10,5% interanual.
No obstante, se modera en tres décimas respecto al pico más alto registrado en 28 años de este índice de julio, cuando alcanzó el 10,8%.
Asimismo, el INE eleva en dos décimas el incremento del IPC mensual adelantado a finales de agosto desde el 0,1% al 0,3%.
De este modo, termina la racha de tres meses consecutivos de aumentos en la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo.
En mayo subió hasta el 8,7%, mientras que en junio alcanzó, y superó, los dos dígitos, con el 10,2%, disparándose en julio hasta el 10,8%.
Así, la bajada de los precios de los carburantes ha contribuido a esta moderación del IPC interanual.
Tal es así que el grupo de transporte cayó en más de un 4,5% su tasa interanual, que se situó en el 11,5%.
Sin embargo, los precios de la electricidad y, sobre todo, de los alimentos repuntaron. De hecho, estos últimos subieron un 13,8% interanual.
Esto es tres décimas por encima de su tasa en julio y la más alta de toda la serie histórica, que arranca en enero de 1994.
En concreto, se encarecieron especialmente los precios de la carne, el pan y los cereales, así como la leche, el queso y los huevos.
Por otro lado, el grupo de vivienda incrementó su tasa interanual casi en un 2%, comparando con el mes anterior, hasta el 24,8%.
Este aumento se debe a los precios de la electricidad, superior al registrado un año antes.
De hecho, la luz se ha encarecido en el último año un 60,6%, y eso que se incluyen las rebajas impositivas que ha aplicado el Gobierno.
Sin las rebajas fiscales, el IPC habría subido al 11,2%
Si no se consideran esas rebajas fiscales, el incremento interanual sería, en agosto, del 75,3%, prácticamente un 15% más.
En esa misma línea, no considerando la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, la inflación interanual habría escalado hasta el 11,2% en el octavo mes del año.
Esto es siete décimas por encima de la tasa general del 10,5%, como refleja el IPC a impuestos constantes.
Así las cosas, siguiendo en tasa interanual, el precio de los combustibles líquidos es el que más ha subido, concretamente, un 79,1%.
Asimismo, el precio de otros aceites subió, desde agosto de 2021, un 71,2%, mientras que la electricidad se incrementó un 60,6%.
De otro lado, la inflación subyacente escaló hasta el 6,4%, su nivel más alto desde enero de 1993, y más de un 4% por debajo del IPC general.
Al tiempo, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su interanual en el 10,5%, dos décimas menos que en el mes anterior. Supone una subida de tres décimas respecto a julio.
Por otra parte, en términos mensuales, el IPC subió tres décimas, dos por encima de lo esperado. En cambio, en julio bajó tres décimas, repuntando un 0,5% respecto a un año antes.