La inflación de la zona euro, en tasa interanual, ha alcanzado un máximo histórico del 8,1% en mayo, frente al 7,4% que se registró en abril y marzo.
Se trata del mayor encarecimiento de los precios en la eurozona, según los datos avanzados de Eurostat.
Además, supone una mayor presión al Banco Central Europeo (BCE), que baraja una subida de tipos de interés de 25 puntos básicos en julio.
Detrás de esta subida de la infracción de la zona euro se encuentra el incremento interanual del 39,2% del precio de la energía.
Un aumento que se aceleró con el 37,5% del mes de abril, al tiempo que el precio de los alimentos frescos fue del 9,1% interanual en mayo. Esto es una décima menos que en el mes anterior.
Asimismo, los servicios se encarecieron un 3,5% interanual, cuando en el mes anterior el aumento fue del 3,3%.
Entretanto, los precios de los bienes industriales no energéticos se incrementaron un 4,2%, es decir, cuatro décimas más que en abril.
Así, excluyendo el impacto de la energía, la inflación de la zona euro en tasa interanual se situó en el quinto mes del año en el 4,6%.
Supone medio punto porcentual más comparado con el 4,1% del mes anterior.
Por su lado, la inflación subyacente –sin precios de alimentos frescos, alcohol y tabaco– también alcanzó un máximo histórico, situándose en el 3,8%. En abril fue del 3,5%.
Por países de la eurozona, los mayores incrementos de los precios se dieron en Estonia (20,1%), Lituania (18,5%) y Letonia (16,4%).
En cambio, las menores subidas se registraron en Malta (5,6%), Francia (5,8%) y Finlandia (7,1%).
Cabe destacar, asimismo, el alza interanual en mayo del 7,9% en Alemania, un dato nunca visto desde 1974 o la reunificación.
También Italia, la tercera economía del euro, cuya inflación escaló hasta el 6,9%, mientras que en Francia aumentó hasta el 5,8%.
En España, la tasa de inflación interanual repuntó hasta situarse en el 8,7%.