Según los datos avanzados del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación de enero repuntó ligeramente, hasta el 5,8% interanual, frente al 5,7% de diciembre. Asimismo, la subyacente escaló hasta el 7,5%.
Por primera vez, Estadística incluye valoraciones procedentes de la Contabilidad Nacional y de los mercados libres del gas y la electricidad.
De acuerdo con estos datos publicados este lunes, el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó tres décimas respecto al mes anterior.
Detrás de este repunte de la inflación se encuentra, principalmente, el mayor precio de los carburantes.
Por tanto, el IPC rompe con cinco meses consecutivos de bajadas en tasa interanual, lo que tendrá que confirmar el INE a mediados de febrero.
Pese a ello, el dato del primer mes de año se mantiene un 5% por debajo de su máximo de julio, cuando se situó en el 10,8%. Este fue su nivel más elevado desde 1984.
Además de los carburantes, contribuyó a la subida de la inflación el precio de vestido y calzado, que han retrocedido menos que hace un año.
En cambio, los precios de la electricidad cayeron más en este mes de enero que en el mismo de 2022.
Según ha subrayado el Ministerio de Asuntos Económicos, el IPC se ha estabilizado. Lo ha hecho en su nivel más bajo desde noviembre de 2021 y a pesar de la retirada de la bonificación universal a los carburantes.
Por otro lado, la inflación subyacente –sin alimentos no procesados ni productos energéticos– se disparó cinco décimas, hasta el 7,5%.
Con todo, el departamento que dirige Nadia Calviño prevé que este indicador llegue a su máximo en este primer trimestre. Igualmente, que a partir de entonces comience una tendencia a la baja.
Hablando en términos intermensuales, el IPC descendió tres décimas respecto a diciembre de 2022, cuando creció dos décimas.
Además, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se elevó tres décimas en comparación con el mes anterior, situándose en el 5,8% interanual. De este modo, la variación mensual de este indicador fue del -0,5%.