El Instituto Nacional de Estadística (INE) ya avanzó a final de abril, y ahora confirma, el hundimiento de la economía española durante el primer trimestre.
El impacto de la crisis del coronavirus ha provocado una contracción del 5,2% entre enero y marzo de este año. Es el mayor desplome trimestral registrado en la serie histórica, que empezó en 1970. En el primer trimestre de 2009 se dio la mayor caída trimestral del PIB cuando el retroceso fue del 2,6%.
También algunos indicadores en los datos de Contabilidad Nacional que ahora publica el INE respecto a lo adelantado a finales de abril. Con ello, la economía española se acerca a la recesión. Se necesitan dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo para considerarse recesión técnica.
Se da por descontado que en el segundo trimestre también se producirá un retroceso del PIB. Incluso, será mayor puesto que en el periodo que comprende de abril a junio se paralizaron prácticamente todas las actividades económicas.
Hablando en términos interanuales, el PIB del primer trimestre se contrajo un 4,1%, cuando en el trimestre anterior la economía española creció un 1,8%. Es más, este porcentaje supone el segundo mayor retroceso, después del que se vio en el segundo trimestre de 2009. Entonces, la economía de España se contrajo un 4,4% interanual. Desde finales de 2013 no se registraban datos negativos del PIB.
Detrás de este retroceso está que la demanda nacional restó un 3,7% al PIB interanual durante el primer trimestre, un 5% menos que en el cuarto trimestre. Además, la demanda externa cayó un 0,4%, nueve décimas menos que en los tres meses anteriores.
Asimismo, el consumo de los hogares y de las instituciones sin ánimo de lucro presentó la aportación más negativa (-3,3%). También la inversión (-1,1%). Ambas aportaciones se compensaron en parte por la positiva del gasto público (+0,7%).
Por último, respecto a la demanda externa, las exportaciones restaron un 2,1% a la evolución interanual del PIB, mientras que las importaciones aportaron un 1,8% en positivo.