Durante la jornada de ayer han seguido las movilizaciones en Cataluña en respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés, mientras que fuentes conocedoras aseguran que después de la huelga convocada para hoy, independentistas y antisistema pretenden colapsar toda la región mañana.
Entretanto, a lo largo del día de ayer se sucedieron declaraciones de políticos de una y otra ideología, unos negando que la violencia sea seña de identidad del independentismo, condenas, algunos a su modo y otros explícitamente.
Mientras Quim Torra, presidente de la Generalitat, lejos de calmar, continúa instalado en su delirio y reta al Estado instando a “validar la independencia esta legislatura”, con sorpresa y enfado de sus propios correligionarios en el Govern, que aseguraron que no sabían nada de ello.
El propio Miquel Buch, conseller de Interior, ha señalado a grupos antisistema “muy preparados” como quienes están detrás de los graves disturbios vividos en Cataluña. Los ha hecho en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Explicó que “son grupos antisistema que lo que buscan no es una reivindicación pacífica como la que se ha mantenido hasta ahora, sino desde la violencia”. Quizás un intento de sacudirse la responsabilidad, no por la actuación y coordinación policial, sino porque sea los propios independentistas los instigadores de los actos vandálicos.
Ya mediada la mañana, la Policía Nacional se preparaba para otra posible jornada de disturbios y trasladaba a Barcelona el camión lanza agua por si fuera necesario utilizarlo como dotación antidisturbios, algo que hasta ahora no ha empleado a pesar de los graves altercados.
Mientras, continuaban las llamadas Marchas de la Libertad que confluirán hoy en Barcelona. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, hacia ayer un llamamiento a la calma: “La violencia nunca es el camino para responder a este conflicto”.
La Diputación de Barcelona, por su parte, aprobaba una moción de JxCat y ERC pidiendo la amnistía de los presos. Votaban en contra el PSC y el PP, a la vez que En Comú Guanyem y Tot per Terrasa se abstenían.
Ya más subido de tono, en su línea, la CUP defiende desbordar el Estado: “La fuerza de la gente no retrocederá ante nada, por más violencia policial y terrorismo de Estado y más Ejército que se despliegue”, dijo Carles Riera, diputado de esta formación en el Parlament.
En Barcelona, miles de estudiantes se manifestaron en uno de los actos reivindicativos de una huelga estudiantil. Poco después se conocía el dato de que 5.400 empresas se han marchado de Cataluña desde 2017 y que más de 400 contendores han sido quemados en estas jornadas, con un coste medio de mil euros.
Lo estudiantes, después de partir de la Plaza Universitat se dirigieron hacia la Jefatura Superior de Policía en Barcelona, donde arrojaron huevos y alguna botella de plástico contra la línea policial de protección montada por los Mossos d’Esquadra.
La teoría de los infiltrados antisistema y anarquistas cobra fuerza cuando las Fuerzas de Seguridad detectan a grupos de estas filiaciones y procedentes de fuera de Cataluña entre los manifestantes convocados por los CDR y Tsunami Democràtic a la llamada ‘Olimpiada Republicana’, y en a que pedían que acudieran con una pelota de goma, ropa de deporte y “anhelos de libertad”.
En paralelo a esta concentración, grupos de ultraderecha se iban congregando cerca de otra convocada por Arrán, solo separados por los cordones policiales montados para contener a ambas manifestaciones. Finalmente, la Policía ha tenido que cargar en la plaza de Artós cuando un grupo de ultras ha intentado traspasar el cordón policial.
Al cierre de estas líneas, al filo de las 23:00, los ultraderechistas llegaban al centro de Barcelona, donde se encuentran con los Mossos que les cortan el paso y los han hecho retroceder. De ese modo, los agentes intentan evitar que puedan llegar a mezclarse con los CDR que se van dispersando una vez concluida su manifestación. Los ultras comenzaron a tirar botellas contra el cordón policial.
Y respecto a Ada Colau lo mismo que Torra: No es un personaje político, es una antidesaucios, que los apaños de los partidos de izquierdas la auparon a la alcaldía.
De capital político CERO !. Barcelona es mucha Barcelona para estar dirigido por activistas.