El Gobierno ya trabaja en un nuevo incentivo para desempleados que cobren un subsidio y que encuentren trabajo.
De este modo, la cartera que dirige Yolanda Díaz estudia la puesta en marcha de un nuevo escudo social para mejorar la protección de las personas que no tienen ingresos. Asimismo, mejorar sus posibilidades de conseguir un empleo.
Cabe recordar que las prestaciones por desempleo son compatibles con tener un trabajo. Eso sí, siempre y cuando éste sea a tiempo parcial.
En estos casos, como es lógico, la prestación se reduce proporcionalmente a las horas de trabajo. Otra opción es suspender la prestación por desempleo y reanudarla en caso de volver a quedar en el paro.
Ahora, el Ejecutivo busca romper con la ‘trampa de la pobreza’. Consiste en que desempleados rechazan trabajos por miedo a perder la prestación y que el trabajo luego no se mantenga. Por tanto, temen quedarse sin la ayuda y sin nómina laboral.
Prefieren, de esta forma, mantener unos ingresos bajos, aunque seguros, de modo que no se la juegan para intentar volver al mercado laboral.
En ese contexto, el Ministerio de Trabajo plantea un incentivo que motive a los desempleados a reintegrarse en el mercado de trabajo.
Dicho esto, conviene recordar que el SEPE puede llamar a una persona sin empleo que recibe una prestación para ofrecerle un trabajo. No se puede rechazar.
El desempleado adquiere el compromiso de actividad al recibir la prestación o ayuda. Por tanto, en caso de rechazo, el SEPE puede suspender la prestación.
La medida que el Gobierno planea implantar podría beneficiar a unas 900.000 personas que actualmente perciben una prestación no contributiva.