Pese a estar “estabilizado”, el incendio que se declaró hace varios días en Villanueva de Viver (Castellón) avanza con “gran voracidad”.
Los trabajos de extinción, en los que participan más de 700 personas, muestran “gran complejidad” por una “condiciones meteorológicas” casi veraniegas. El perímetro del fuego ocupa una superficie de entre 35 y 40 kilómetros.
El propio Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, así lo ha explicado en declaraciones a la prensa después de la reunión del CECOP.
Junto a él estaba Javier Lambán, su homólogo de Aragón, ya que el incendio de Villanueva de Viver presenta un “frente aragonés”.
Unas llamas que, al cierre de estas líneas, se estaban viendo afectadas por vientos de componente sur, obligando a evacuar a unas 200 personas. Se suman a los 1.500 evacuados hasta el momento en localidades valencianas.
Se va a mantener “toda la cautela y prudencia”, ha señalado el jefe del Consell, actuando en función de la evolución meteorológica en “cada momento”.
Ya que, en palabras de Puig, el incendio se desarrolla en un “episodio casi de verano”, los efectivos están “absolutamente prevenidos” para cambiar de “estrategia”.
“Ante la situación de sequía y crisis climática, con estos incendios de nueva generación estamos en la tormenta perfecta”, destacó.
El de Villanueva de Viver está considerado como incendio de sexta generación. Es decir, fuegos rápidos, agresivos e impulsivos que pueden superar una velocidad de 4.000 hectáreas por hora.
Respecto a las causas del incendio, el president valenciano ha evitado “incorporar mayor confusión”. En todo caso, sostuvo que la Guardia Civil “está haciendo su trabajo con rigor como siempre”.
“En el momento oportuno, serán las autoridades correspondientes quienes informarán”, añadió.
“Ahora estamos ocupado, preocupados y concernidos por intentar apagar cuanto antes el incendio”, subrayó.
En esa misma línea se ha manifestado Lambán, quien aseguró que los efectivos aragoneses están igual de concernidos, independientemente de la virulencia de las llamas en territorio aragonés.
Por eso, ha pedido “paciencia y comprensión” hacia las personas evacuadas, alrededor de 250 en Aragón, concretamente en Olba y San Agustín.