Agnes Buzyn, exministra de Sanidad francesa, ha sido imputada por supuestamente poner en peligro “la vida ajena” con su gestión de la epidemia de coronavirus.
Así, la Justicia de Francia abre una investigación contra Buzyn en uno de los primeros casos a nivel mundial de imputación a un alto cargo. Se investigará si las decisiones adoptadas en la lucha contra el virus fueron las más adecuadas.
La exministra de Sanidad se mantuvo en el cargo entre mayo de 2017 y febrero de 2020. Dimitió al inicio de la epidemia en Francia por las presiones de Emmanuel Macron, presidente francés.
Quería que sustituyera a Benjamin Griveaux como candidato del partido La República en Marcha a la Alcaldía de París. Griveaux renunció a su candidatura por un escándalo sexual.
En cambio, Buzyn perdió los comicios frente a Ana Hidalgo, que revalidó su mandato. Pasó, entonces, a ocuparse de la supervisión de asuntos multilaterales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Después de esas elecciones aseguró que era consciente de la magnitud de la epidemia y de lo peligroso que es el virus. “Cuando dejé el Ministerio estaba llorando porque sabía lo que se nos venía encima”, señaló la exministra de Sanidad.
Posteriormente, en su comparecencia ante la comisión parlamentaria, sostuvo que advirtió al Gobierno con suficiente anticipación de los peligros de la pandemia.
Según los últimos datos, desde el comienzo de la epidemia en Francia, se han registrado casi 6,9 millones de contagios. Han fallecido más de 115.300 personas.