¿El impuesto a la banca lastraría el crédito como dice el BCE?

¿El impuesto a la banca lastraría el crédito como dice el BCE?

El Banco Central Europeo (BCE) anda preocupado ahora porque el impuesto a la banca en España pueda llegar a obstaculizar que fluya el crédito.

Además, señala en un dictamen, considera importante que este gravamen temporal se pueda repercutir a los clientes.

Asimismo, pone en cuestión que esa tasa sea proporcional a la rentabilidad de las entidades financieras.

Según explica la autoridad monetaria europea, los ingresos netos por intereses de los bancos suelen incrementarse en función del aumento de los tipos de interés.

En cambio, podría compensarse con menos préstamos, pérdidas en la cartera de valores y el incremento de las provisiones por la peor calidad del crédito.

Así, avisa de que materializar los riesgos a la baja en el actual contexto podría suponer una reducción de la capacidad de pago de los deudores.

En consecuencia, “podría ser posiblemente menos positivo, o incluso negativo”, el efecto neto de la normalización de la política monetaria sobre la rentabilidad de las entidades financieras.

De este modo, explica que el impuesto a la banca en España se dirige a los ingresos totales por intereses y comisiones.

Por tanto, apunta, los bancos podrían registrar unos beneficios bajos o pérdidas cuando se recaude el gravamen de forma efectiva. Lo curioso es que habla de 2019.

En ese sentido, razona que, “si la capacidad de las entidades de crédito para alcanzar posiciones de capital adecuadas se ve perjudicada, esto podría poner en peligro una transmisión fluida de las medidas de política monetaria a la economía en general a través de los bancos”.

En España, el impuesto a la banca es a partir de determinados ingresos

Concretamente sobre el caso español, el BCE avisa de que la obligación al pago del gravamen temporal podría distorsionar y perjudicar la resiliencia. No obstante, se refiere a aquellas entidades de crédito que registren pérdidas netas.

Precisamente, el impuesto a la banca en España se dirige sólo a aquellos bancos que ingresen más de 800 millones de euros anuales. Además, se aplicará solamente en los ejercicios 2022 y 2023.

A ese respecto, la autoridad monetaria señala que esa discriminación “podría falsear la competencia en el mercado”. Asimismo, cabría la posibilidad de que perjudicara “la igualdad de condiciones tanto dentro del país como en toda la unión bancaria”.

Con todo, cabe recordar que, si hay algo que frena la fluidez del crédito, es, precisamente, la subida de los tipos de interés.

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