No pactará con los independentistas pero tampoco con los inmovilistas.
Durante el XXII Encuentro de Economía en S’Agaró, Girona, Miquel Iceta, primer secretario del PSC y candidato a la presidencia de la Generalitat, ofrece “un viaje a la reconciliación” en las elecciones del 21D, no solo entre los propios catalanes sino que lo hace extensivo al resto de los españoles, Europa y el mundo económico. Según asegurado, es indispensable que no ganen los partidos independentistas, ya que el procés ha provocado un “desastre económico”, y para relanzar la economía catalana, la Cataluña debe volver a una posición de seguridad para el desarrollo de actividades económicas: “Tenemos que conseguir que los responsables de este descrédito no tengan la oportunidad de volver a gobernar para que no puedan volver a engañarnos y no nos vuelvan a llevar al desastre”, ha asegurado. Así, considera que las próximas elecciones no pueden ser para “premiar a los que nos han llevado al borde del precipicio y ahora nos piden que demos un paso al frente”, y en referencia a posibles pactos descarta a aquellos que “quieren romper y quienes no quieren mover nada”, invitando a PP y Ciudadanos a hacer una propuesta mejor que simplemente diciendo no a la independencia, algo que no es solución al problema en Cataluña.
“Lo que nos está pasando es un problema entre catalanes, y también con el resto de los españoles, pero principalmente es un problema nuestro”. La sociedad catalana está dividida y, para superar la fractura social, se debe recuperar la estabilidad institucional y política, trabajar coordinadamente entre las administraciones públicas, empresarios y sindicatos para, así, reducir desigualdades, de forma que Cataluña “se encuentre cómoda en el conjunto de España”. “Invito a los catalanes a fijar un rumbo de estabilidad, de sentido común, prosperidad, justicia social y sostenibilidad”, ya que los próximas elecciones posibilitan un cambio de rumbo.
En esa misma línea, Iceta quiere volver a la senda de los acuerdos: “Siempre se dijo que Cataluña era la tierra del pacto por excelencia y yo quiero volver a ese camino, y que se reencuentre el catalanismo pragmático que hizo grande a Cataluña, que se abandone esa rauxa y sobreexcitación que ha puesto en riesgo todos los avances alcanzados”. Por todo ello, Iceta quiere ser el próximo presidente catalán “para intentar superar la división entre los catalanes, y ya les anuncio que, si soy elegido, lo sacrificaré todo al servicio de este objetivo”, pero para cumplirlo, el próximo Govern deberá contar con la complicidad del Gobierno central.
Iceta o el viaje a la reconciliación
