Según el avance de datos de Contabilidad Nacional, el PIB de 2021 se sitúa en el 5% después de la subida del último trimestre de un 2%. Son seis décimas menos que en el trimestre anterior.
Detrás de este impulso se encuentra la progresiva recuperación de la actividad económica tras las restricciones. Por tanto, un mayor consumo de los hogares, que aumenta a su mayor ritmo desde 1999, es decir, un 4,7%.
No obstante, el Gobierno preveía un crecimiento del 6,5%, si bien es superior a las previsiones de organismos como el FMI, Funcas o la OCDE. Sus pronósticos eran del 4,9%, el 4,8% y el 4,5%, respectivamente.
Por tanto, la economía española vuelve a tasas positivas anuales tras la caída histórica del 10,8% en 2020. Asimismo, se trata del mayor incremento anual desde hace 21 años.
Así, la demanda nacional contribuyó con un 4,6%, un 13,2% más que en en el ejercicio anterior. Por su lado, la demanda aportó un 0,4%, es decir, un 2,6% por encima que en 2020.
En consecuencia, el PIB, a precios corrientes, se situó en 1.202.994 millones de euros, lo que supone un 7,2% más que en el ejercicio anterior.
Concretamente, en el cuarto trimestre escaló a los 319.030 millones de euros a precios corrientes. Superó, así, los niveles anteriores a la epidemia, que en el último trimestre de 2019 fue de 315.023 millones de euros.
Por otro lado, el gasto público se incrementó a un ritmo del 3%, lo que supone tres décimas menos que el año anterior. Así, 2021 es el séptimo año consecutivo de crecimiento del gasto público.
Asimismo, la inversión volvió a tasas positivas el pasado año, creciendo un 4,1%, frente al desplome del 9,5% de 2020.
Para terminar, por sectores, lideró el crecimiento el de servicios, con un incremento de su valor añadido bruto del 5,9%. La industria no se quedó atrás, con un crecimiento del 5,3%.
Sin embargo, cayó el crecimiento en la construcción y la agricultura, con descensos, respectivamente, del 4,1% y del 5,5%.