Los socialistas españoles visitarán, hoy domingo, 9 de diciembre de 2018, a las 12 horas, la sepultura de Pablo Iglesias en el Cementerio Civil de Madrid.
Pablo Iglesias Posse no sólo fue el fundador de Partido Socialista Obrero Español en 1879 y de la Unión General de Trabajadores en 1888, sino que es una de las personalidades políticas más destacadas de la historia de España. Hoy día, se sigue considerando su figura como la de un hombre con carácter y sincero con los sentimientos de la clase trabajadora.
Pablo Iglesias nació en El Ferrol (La Coruña), un 17 de Octubre de 1850. Su familia era humilde y, a raíz del fallecimiento de su padre, cuando él tenía apenas 9 años, se produce el traslado de su familia a Madrid. Fue internado en el Real Hospicio General de Pobres del Ave María y Santo Rey Don Fernando, lugar donde aprendió el oficio de tipógrafo, por lo que pudo trabajar en distintos periódicos y revistas. Una vez abandonó el hospicio, empezó a trabajar en una imprenta.
Desde muy temprana edad, se sumó a las reivindicaciones sociales y se sentía totalmente comprometido con la clase obrera, de la que él formaba parte. Así, en 1870, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), le nombró delegado consejero. Este nombramiento no sentó muy bien en las imprentas en las que trabajaba, por lo que sufrió varios despidos. Ello le llevó a empezar a gestar, clandestinamente, la formación de un nuevo partido político que aglutinara a la clase obrera y de ideología socialista.
Por ello, el 2 de mayo de 1879, se convertiría en un día clave para la historia de España. En la calle Tetuán de Madrid, en una taberna llamada Casa Labra, se reunieron, con Iglesias a la cabeza, dieciséis tipógrafos, cuatro médicos, dos joyeros, un doctor, un marmolista y un zapatero, y, resultado de aquella reunión, fue la fundación del Partido Socialista Obrero Español.
Tras la fundación del partido, unos años después, en 1886, vería la luz El Socialista, principal órgano de expresión de la formación socialista. Y en 1888, Pablo Iglesias fundó la Unión General de Trabajadores (UGT), en cuyo Congreso de 1889 sería nombrado presidente del comité nacional, ocupando ese cargo hasta su fallecimiento.
En su trayectoria política, existen dos años clave. 1905 cuando fue elegido concejal socialista en Madrid, junto a Largo Caballero y García Ormaechea. Y 1910, año de elecciones generales, y año que se consiguió el primer diputado socialista en el Parlamento (escaño que ocupó el propio Iglesias).
Y fue un 9 de diciembre… encontraron en un cajón de su humilde despacho un sobre con 1.000 pesetas para sufragar los gastos de El Socialista.
Aquel 9 de diciembre de 1925… 150.000 ciudadanos fueron hasta el cementerio civil de Madrid acompañando al féretro. Impresionante el homenaje póstumo que la ciudadanía le ofreció como tributo. España vistió de luto.
Todo el pueblo de Madrid mostró su respeto a Pablo Iglesias. Incluso periódicos, como ABC, que no compartía sus ideas, recogió dos días después en sus páginas el fallecimiento, diciendo así: “Pablo Iglesias gozaba de arraigada popularidad entre las clases proletarias y de sincera y respetuosa consideración general. Su ancianidad, apenada por largos padecimientos físicos, coronado una vida seriamente y austeramente consagrada a una ideal, merecía y gozaba, la devoción ardiente de sus partidarios y simpatizantes y el noble respeto personal de sus adversarios y de las gentes más opuestas en pensamiento político”. (ABC, 11-12-1925).