Los expertos coinciden en que la actual Carta Magna española es “una joya”.
Con motivo del 40 aniversario de la Constitución española, la Universidad de Salamanca acogió una mesa redonda para opinar acerca de la Carta Magna. Conformada por Santiago Muñoz Machado, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid, el historiador José Álvarez Junco y la escritora Soledad Puértolas y con Máriam Martínez-Bascuñán, directora de Opinión de El País, como moderadora, debatieron en este encuentro organizado por la Junta de Castilla y León y el diario El País.
Todos ellos coinciden en que la actual Constitución es “una joya” y “la mejor que se podía tener”, si bien habría que reformar algunos aspectos, pero tocándola “con mimo”. Por ello, los tres participantes respaldan la Carta Magna a la que se llegó “tras superar los serios problemas que traía España desde hacía décadas”, en palabras de Álvarez Junco.
El actual texto constitucional “concluyó con un periodo de 170 años de vaivenes políticos, de monarquías, de repúblicas, de borbones, de saboyas y de guerra civil” y hasta hoy “se ha conseguido una estabilidad política e institucional, con la legalidad en los cambios políticos y con un crecimiento económico”, añade el historiador, por lo que hay que ser “optimistas” con nuestra Carta Magna.
En opinión de Muñoz Machado está Constitución “es la mejor de la historia” y la que ha resuelto “los problemas de los años anteriores”. No obstante, defiende que hay que revisar los principales artículos, aunque los “habría que tocar poco”. Así, admite que la “peor regulación está en el Título VIII, en cuanto a la organización territorial del Estado”.
El catedrático sostiene que se trata del “más defectuoso, pero porque en España no se sabía ni media palabra de federalismo, de descentralización. Se eligió un modelo, el de la República, con muchos defectos originarios. Además, el tema de Cataluña nos obliga a reflexionar”.
También Álvarez Junco defiende la modificación de este Título porque “es la estructura territorial del poder” el problema que tiene la Constitución española, en donde lo más polémico es “integrar al País Vasco, a Cataluña o a Galicia, como comunidades históricas, de manera que sus élites políticas se sientan a gusto”.
Así, en su opinión, “no hay más remedio que avanzar hacia un sistema federal, donde se concreten competencias, los recursos, los órganos de coordinación, con el Senado, por ejemplo; los órganos de arbitraje, con el Tribunal Constitucional; y algunas cosas simbólicas, como el reconocimiento de otras lenguas en el espacio público”.
Por su parte, Puértolas también cree que la actual Constitución es “la mejor que se puede tener”. Sin embargo, para la sociedad actual se hace necesaria una mayor dosis de “debate y de conversaciones, para llegar a un mayor consenso, que se hable con personas que tengan una opinión diferente”. Por ello, la escritora defiende que hay que “hablar con todos los que quieran hablar” y ver “qué problemas concretos se pueden resolver y ver cómo se puede conciliar y estar todos en la concordia, como decía Adolfo Suárez” a la hora de llevar a cabo cambios en la Carta Magna.