Mark Rutte, primer ministro de Holanda, insiste en erigirse como el Gran Hermano que fiscalice el cumplimiento de dos de sus principales exigencias: reformar, en España e Italia, el sistema de pensiones, para reducirlas, y el mercado laboral, hasta legalizar, incluso, el despido libre.
La posición de Países Bajos hace peligrar la aprobación del fondo europeo de recuperación. A ello habría que añadir una tercera exigencia: que el fondo se apruebe por unanimidad. Eso sería entregar a Rutte el bastón de mando y convertirle en una suerte de troika encubierta. Pero tendrá que renunciar al encontrarse con la plena oposición de los otros 26 países.
Por tanto, el primer ministro holandés sabe que tendrá que ceder en esa clave. En cambio, a la cabeza de los autodenominados ‘frugales’ (Holanda, Suecia, Austria y Dinamarca), endurece su postura en los otros dos aspectos.
“Peleo por una Europa más fuerte para todos, incluidos los contribuyentes holandeses”, dijo al llegar al edificio Europa, sede del Consejo Europeo. “Una Europa más fuerte también significa que los países que se han quedado atrás aceleren en reformas como las de pensiones o del mercado laboral”, añadió.
Sin mencionar expresamente a Italia y España, pero pensando en ellos, ponía sobre la mesa la reforma de las pensiones y del mercado laboral, incluido el despido libre.
Por su lado, España e Italia insisten en que sus gobiernos son reformistas y muestran su disposición a modernizar sus economías. En cambio, rechazan completamente que Holanda, o cualquier otro país, sea quien decida las reformas que llevar a cabo.
“España es un país que no tiene miedo a las reformas y las está haciendo. En transición ecológica, por ejemplo, estamos a la vanguardia”, señalan fuentes españolas. Sin embargo, alertan, de que las reformas “deben estar ligadas al impacto de la Covid-19”.
En España, la reforma de 2012 prácticamente permite el despido libre
Los ‘frugales’ pretenden que la ejecución del fondo de recuperación se convierta en una suerte de rescate encubierto. Por tanto, desde la delegación española rechazan incluir las pensiones en la fórmula puesto que no tienen vinculación directa con la crisis sanitaria.
Otra cosa es la reforma laboral. Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo español, lejos de endurecerla, quiere suavizarla. Cabe recordar que sigue vigente la ley de 2012 en la que, de facto, existe el despido libre. En ambos casos, pensiones y mercado laboral, la complejidad política es enorme.
En este contexto, Rutte, al frente de un débil gobierno de coalición en su país, no se conforma con el compromiso de acometer reformas. Más allá, exige “garantía absoluta de que se llevarán a cabo”.
Si la Unión Europea, argumenta, va a endeudarse para conceder ayudas, la propuesta de la Comisión Europea, hay que saber cómo se abordarán las reformas. “Hay que explicar a los holandeses cómo se van a acometer las reformas y no conformarme con la promesa de hacerlas”, sostuvo.
De nuevo sin mencionar expresamente a nadie, reiteró su exigencia de garantías irreversibles sobre la ejecución de las reformas que se financien con el fondo.
Desde esta mañana, los 27 líderes comunitarios se reúnen en una segunda jornada en la que se debate, también, el presupuesto europeo para 2021-2027. Sin haber resuelto a todavía la fórmula del fondo de recuperación, el debate presupuestario se antoja también complicado.
A los ‘frugales’ se une otro grupo: los cuatro de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia). La ‘guerra’ de trincheras está asegurada.
BUENO ESTO NO ES MAS QUE LO QUE PIENSAN LOS EUROPEOS DE NOSOTROS ¡QUE SOMOS UNOS VAGOS Y NO SOMOS DE FIAR