Entre las medidas que el Ministerio de Hacienda planteará este año en su reforma fiscal figura el aumento de los impuestos especiales. Es decir, por ejemplo, los que afectan al consumo de tabaco y alcohol. También reformará el sistema de módulos por el que tributan muchos autónomos, además de replantear las deducciones actuales en el Impuesto sobre Sociedades.
Así lo han trasladado a Europa Press fuentes del departamento que dirige María Jesús Montero. La idea es que se convoque en estos primeros días de 2021 al comité de expertos para analizar la reforma fiscal íntegramente.
A partir de ahí, se dispondrá del plazo de un año para aprobar sus conclusiones. Dicho comité estará abierto a las universidades y las empresas del entorno financiero, pero también a técnicos tributarios de las Comunidades Autónomas y entidades locales.
Así, la intención de Hacienda es introducir en los próximos Presupuestos Generales del Estado una reforma fiscal ambiciosa que aglutine la totalidad de las figuras impositivas. Con ello se pretende reducir la brecha de siete puntos del PIB que hay entre España y la media de la Unión Europea.
Los impuestos especiales, en el punto de mira
En materia de impuestos especiales, el departamento de María Jesús Montero queda a expensas de lo que recomienden las autoridades sanitarias en cuanto al tabaco y el alcohol. Sin embargo, en el caso del primero, Hacienda entiende que el precio diferencial en nuestro país respecto a Europa debe corregirse. El horizonte es lograr que cada vez fumen menos personas.
En cuanto a otros impuestos especiales, se sigue sosteniendo la necesidad de equiparar la tributación del diésel y la gasolina. Precisamente, para lograr el apoyo del PNV a los Presupuestos de 2021, hubo que eliminar el impuesto al diésel.
En opinión de los técnicos de Hacienda, “no tiene razón de ser” la actual diferencia que el diésel tiene en su tributación en España comparada con la zona euro, donde es más alta.