Habrá dos oleadas más de coronavirus, según un informe del Ejército

Habrá dos oleadas más de coronavirus, según un informe del Ejército

Un dossier elaborado por la Jefatura de Sistemas de Información y Asistencia Técnica (JCISAT) del Ejército de Tierra al que ha tenido acceso Diario Progresista señala que “habrá dos oleadas más de epidemia”. Incluso, pone fecha para la primera: el próximo otoño. Además, es posible que después de estas primeras oleadas llegue otra más, aunque ya “muy disminuida por disponer desde el principio de vacunas y tratamientos”.

El Informe cualitativo predicción epidemia largo plazo prevé que “la intensidad de esa segunda ola” sea “menor”. Explica que “existirá un mayor nivel de inmunidad social por el presente brote, se dispondrá de más medios y se reaccionará más rápido”. “La posible tercera ola estará ya muy disminuida por disponer desde el principio de vacuna y tratamientos”, añade.

Asimismo, hace referencia al estudio de prevalencia de la Covid-19 que se está realizando en toda España. Este sondeo “se hace precisamente para conocer los resultados que permitan conocer qué fuerza tendrá la segunda” oleada. “Tener la información sobre cuánta gente queda por infectar”.

De hecho, indica que “a mayor número de contagiados en la ola actual, menor capacidad de propagación en la siguiente. Aclara que en todo caso, “si no hay muchos contagiados, la segunda ola no será tan extensa ni letal como la primera”. “Enseguida se tomarán medidas de confinamiento fuertes y habrán mejorado los medios y tratamientos”, anticipa.

Pronostica que se tardara entre “un año y un año y medio en volver a la normalidad”. No obstante, y en relación a la inmunidad esbozada en el texto, la JCISAT apunta que “ninguna vacuna ofrecerá un 100% de protección”.

En ese sentido, aclara que “ninguna vacuna, que haya seguido los protocolos occidentales de ensayos clínicos, podrá estar lista hasta enero-febrero de 2021”.

Ni en esta ni en las siguientes oleadas desaparecerá el coronavirus

Advierte de que “el coronavirus no desaparecerá”, pero también explica que hay motivos para la esperanza. “La inmunidad adquirida por los individuos contagiados, los muy posibles tratamientos eficaces que se descubran y la futura vacuna, determinará que los problemas que surjan sean mucho menores”.

Con todo, “nunca habrá un 100% de inmunidad adquirida”. Y va más allá. “Habrá un porcentaje de casos de personas que habiéndose contagiado vuelvan a hacerlo. Pero lo más probable es que, en estos casos, los síntomas sean mucho más leves y no de tipo pulmonar grave”, señala.

Tras estas explicaciones, el informe de la JCISAT concluye que este SARS-CoV-2 “no es de los virus que presenta mayor rango de contagio como pueda ser el sarampión”.

Así, se parece mucho al SARS de 2003, ambos respiratorios. El de la epidemia de 2003 “fue más severo y de mayor letalidad. La diferencia con el actual es que éste contagia antes de dar síntomas”. En cambio, “el anterior contagiaba después de darlos”. Por tanto, se sugiere que el cómo actúa el de ahora “dificulta enormemente la contención”.

El estudio insiste en algo que se nos ha transmitido desde el principio en que se declaró la emergencia sanitaria. “El problema no es tanto el número de casos severos uno muertes, sino que se cumplen todos a la vez y colapsan los servicios sanitarios”, asegura. Con todo y con eso, hace hincapié en el aislamiento, que “no ayuda a detener la expansión pero sí a ralentizarla”.

En ese sentido, afirma que “las medidas de confinamiento ayudan a quitar fuerza a la epidemia, pero no van a terminar con ella”. Para terminar, pronostica que “el mayor peligro en el futuro serán las aglomeraciones”.

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