Fueron trasladados a una fábrica abandonada en la localidad de Piedras Negras.
Las autoridades mexicanas, según denuncia Medicos sin Fronteras, negó el acceso a cooperantes de esta ONG a una fábrica abandonada de la ciudad de Piedras Negras en México donde había unos 1.700 migrantes.
La ONG ha trasladado que los refugiados fueron “rodeados por la Policía y los militares mexicanos y se les prohibió salir de las instalaciones” antes de llevarlos a “ciudades fronterizas inseguras en México, donde los migrantes a menudo son atacados y son extremadamente vulnerables al crimen y la violencia”.
“La forma en que las autoridades mexicanas han tratado a los migrantes en Piedras Negras es inaceptable. Más de 1.700 personas han sido retenidas contra su voluntad en una fábrica abandonada, rodeadas de policías y soldados mexicanos, confinadas como si fueran delincuentes”, apunta Sergio Martín, coordinador de programas.
Martín ha querido recordar que, en Piedras Negras, cientos de migrantes protestaron por la lenta atención en su solicitud para lograr asilo o una tarjeta humanitaria del Instituto Nacional de Migración para poder vivir y trabajar legalmente durante un año en México.
El noticiario En Punto ha trasladado que cientos de centroamericanos provocaron un motín la noche del martes mediante golpes en las rejas, y con ello denunciar que se habían realizado detenciones arbitrarias y que había falta de asistencia médica y migratoria.
“No debería sorprender que hayan estallado las protestas”, dijo Martín. “Esta terrible situación empeoró cuando las organizaciones humanitarias no pudieron acceder al sitio y cuando los migrantes fueron transportados de Piedras Negras a ciudades fronterizas inseguras”, subraya.
“También estamos alarmados de que el gobierno mexicano esté transportando a muchos de los migrantes a otras ciudades inseguras a lo largo de la frontera. Los migrantes en México a menudo son atacados por grupos criminales y están particularmente expuestos a la violencia y el abuso”, apunta.
Médicos sin fronteras pudo visitar las instalaciones. “Ayer (por el viernes) pudimos reanudar el trabajo dentro del sitio en Piedras Negras para ofrecer ayuda psicológica para reducir los síntomas de estrés y ansiedad causados por ese confinamiento y la incertidumbre de estas transferencias”, señala.