La economía de la eurozona se relanzará a partir de mediados de 2020 según la opinión de Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE). Así lo traslado durante una intervención en un evento de Nueva Economía Fórum. Hay signos que lo demuestran.
De Guindos señaló que la desaceleración “está tocando fondo” gracias a que ciertas incertidumbres y riesgos, como un Brexit desordenado o la guerra comercial EE.UU.-China, han desaparecido. Por ello, la percepción de los mercados ha mejorado.
Apuntó que “lo positivo es que la estabilización se está produciendo con un crecimiento muy bajo de la economía”. De ahí que se espere “un rebote aproximadamente a mediados del año próximo”. Será en 2020 cuando el BCE espera una tasa de crecimiento que supere el 1%.
Respecto a la política monetaria del organismo regulador, el que fue ministro de Economía español explicó que sigue habiendo margen. No obstante, destacó, es más evidente cada vez, además de importante, el impacto de los “efectos laterales no deseados” por el largo espacio de tiempo que han estado vigentes las medidas.
Así, sostuvo que la política monetaria no puede ser el único campo de actuación en las políticas europeas. “El Brexit no puede tratarse con política monetaria; la productividad, la competitividad, la política monetaria puede ayudar, pero son necesarias políticas estructurales”, apuntó en referencia concreta a una política fiscal “especialmente poderosa”.
En ese sentido, De Guindos indicó que la política expansiva con tipos de interés bajos como los actuales no expulsará la demanda privada ni subirá los tipos de interés.
Con todo, alertó a los países con mayor endeudamiento, entre ellos España, de que los tipos de interés no van a ser tan favorables en el futuro. Al hilo de ello, invitó a los gobiernos a aprovechar la coyuntura para reducir el déficit y sanear las cuentas públicas. “Los tipos no van a estar siempre ahí”, dijo.