Según Nadia Calviño, ministra de Asunto Económicos, las conversaciones para alcanzar un acuerdo del G20 están “más difíciles” porque continua la guerra en Ucrania.
Así se ha manifestado en una rueda de prensa en el marco de la reunión de ministros de Finanzas del G20 en Bangalore (India).
“Algunas de las posiciones están siendo quizás menos constructivas en estos temas” que en las reuniones previas, ha trasladado.
En ese sentido, la también vicepresidente primera piensa que existe un amplio acuerdo del G20 sobre la gestión de la deuda.
Asimismo, el alivio de la deuda puede resultar una herramienta muy importante cara a proporcionar ayuda financiera a los países más vulnerables.
Por eso mostró su deseo de que la guerra en Ucrania “acabe cuanto antes”. De este modo, la economía mundial podrá “retomar la senda de la fuerte recuperación o fuerte crecimiento en la que estábamos después de la pandemia”.
A ese respecto, Calviño afirmó que el conflicto armado es “el principal elemento de incertidumbre y preocupación a nivel mundial”.
Está teniendo, por su “larga duración” un amplio “impacto en todo el mundo”.
Además, garantizó el firme compromiso de España con una respuesta coordinada globalmente para “devolver la paz a Ucrania”. También, “para reanudar este fuerte crecimiento”.
A su vez, señaló el firme apoyo a “marco multilateral y nuestra red de seguridad global, que es más importante que nunca”.
Por otro lado, en cuanto a las perspectivas para España, aseguró que “relativamente positivas, incluso en esta situación internacional tan compleja”.
La economía española, dijo, muestra “una fortaleza y resistencia sobresalientes”. La recuperación es muy fuerte, sostuvo, después del impacto de la pandemia en 2020.
En ese sentido, Calviño explicó que el PIB “alcanzó una tasa de crecimiento del 5,5% tanto en 2021 como en 2022”.
Asimismo, añadió, “las perspectivas también son positivas para 2023, con una evolución muy positiva del mercado laboral”.
Además, subrayó que la inflación en España es una de las más bajas de la Unión Europea. Esto se debe a “la caída de los precios internacionales de la energía y a la respuesta del gobierno español”, concluyó.