Se oyen tambores de guerra en el seno de Podemos por ver quién termina liderando el partido cuando Pablo Iglesias ceda su liderazgo. El todavía vicepresidente segundo designó a Yolanda Díaz como su sucesora en la vicepresidencia.
A su vez, dejó entrever que sería la ministra de Trabajo quien también asumiría la secretaría general de la formación morada, pero no está claro. Según desvela El Confidencial, Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja de Iglesias, estaría dispuesta a presentar batalla.
Sus movimientos, de momento, se centran en sólo aceptar que la que será la vicepresidente tercera encabece la lista electoral cuando corresponda.
Sin embargo, la intención de Iglesias sería que Díaz asumiera también el control de Podemos, lo que, a la postre, supone un cambio en la renovación natural interna.
Según fuentes conocedoras, al designar a la ministra de Trabajo como sucesora quiere despejar el ‘estigma’ de que su pareja, Montero, heredaría el cargo.
En cambio, de acuerdo con personas cercanas a ministros morados, el movimiento del vicepresidente segundo ha hecho que la titular de Igualdad se plante. En definitiva es la número dos del partido.
El liderazgo en Podemos será de una mujer
Ya en marzo de 2019 Montero vaticinaba que el próximo líder de Podemos sería una mujer. “El siguiente secretario general de Podemos será una mujer”, dijo la entonces portavoz parlamentaria de Unidas Podemos.
Dicho esto, la ministra está por la labor de que esta premisa se cumpla, pero no en otra persona que no sea ella. Fuentes de la formación aseguran que exige a Iglesias ser ella “la mujer” que lidere el partido cuando él ceda el cargo.
En cualquiera de los casos, aún le queda recorrido al asunto. El entorno del vicepresidente segundo asegura que Iglesias pretende mantenerse en la secretaría general morada al menos hasta 2023.
Lo haría coincidir, así, con el fin de la legislatura y el final de su mandato. Es más, no habría decidido todavía quién le sustituirá. Por ello, sólo adelantó que Yolanda Díaz sería la candidata a unas elecciones generales.
Así las cosas, Irene Montero habría hecho llegar a su pareja el mensaje de que acepta que la titular de Trabajo encabece el cartel electoral. Pero nada más.
Con todo, es consciente de que si es ella quien asuma el liderazgo interno, tendrá que pagar el tributo en forma de campañas contra ella por ser, precisamente, la pareja de Iglesias. A modo de sucesión de la Corona que tanto critican.
A ello hay que añadir que todas las encuestas sitúan a Díaz muy por encima en valoración, tanto dentro como fuera de la formación morada. Eso incluye a votantes del PP o Ciudadanos.
En el entorno de la ministra de Igualdad reconocen que “Yolanda puede ser una muy buena candidata, pero no le interesa mucho la vida interna de partido”. Ella misma se ha manifestado así a ese respecto.
Yolanda Díaz no es militante del partido
Por su lado, otro argumento que esgrime Montero es que la titular de Trabajo ni siquiera es militante del partido. Lo es del Partido Comunista, como mucho, por asimilación, de Izquierda Unida.
Y por ahí no está dispuesta a pasar la titular de Igualdad. No obstante, admite que ha conseguido labrarse muy buena imagen por sus gestiones al frente de Trabajo.
Además, Montero cuenta con todo un equipo para acompañarla en los órganos directivos de Podemos. En concreto, Noelia Vera, secretaria de Estado de Igualdad –su número dos— e Ione Belarra, futura ministra de Derechos Sociales. Ambas, por demás, forman parte de núcleo del partido.
Con todo y con eso, algunos diputados morados apuntan a que “no es tanto que Irene esté en contra de Yolanda, sino que rechaza dejar Podemos en manos de alguien que lleva pocos años aquí. Nada más”.
Mi comentario es que esto son noticias sin fundamento con el ánimo de llenar de mierda a Podemos. De diarios «progresistas» estamos hasta los mismísimos eggs