Este miércoles, el Gobierno de Reino Unido ha declarado al Grupo Wagner como organización terrorista y, ahora, esta declaración pasa al Parlamento para que la apruebe.
Así, Suella Braverman, ministra del Interior británica, ha presentado ante la Cámara de los Comunes un borrador para “proscribir” a los mercenarios. Lo enmarca en la Ley de Terrorismo de Reino Unido.
Cuando los diputados alcancen un acuerdo, la medida entraría en vigor el próximo 13 de setiembre. A partir de entonces, formar parte del grupo de paramilitares rusos, apoyarlo y utilizar su logotipo se considerará delito.
De este modo, algunos de estos delitos podrían conllevar condenas de hasta 14 años de cárcel o multas de hasta 5.000 libras, unos 5.800 euros.
Además, según el comunicado del Ejecutivo de Rishi Sunak, los bienes del Grupo Wagner podrán catalogarse como “propiedad terrorista”.
A su vez, Braverman acusa a los mercenarios de ser un grupo “violento y destructivo”. También, de ser “una herramienta militar de la Rusia del presidente ruso, Vladimir Putin”.
Sus actividades en Ucrania y África, asegura, son una “amenaza para la seguridad global”.
“Mientras el régimen de Putin decide qué hacer con el monstruo que ha creado, las actividades desestabilizadoras del grupo siguen sirviendo a los objetivos políticos del Kremlin”, ha afirmado.
Al mismo tiempo, ha señalado que “son terroristas, simple y llanamente, y esta orden de proscripción lo deja claro en la legislación”.
Asimismo, acusa a los paramilitares de incurrir en “saqueos, torturas y asesinatos”.
El Grupo Wagner “hace peligrar la democracia”
Por su lado, Sunak ha asegurado que los mercenarios del recientemente fallecido Yevgeni Prigozhin “hace peligrar la democracia y la libertad en todo el mundo”.
Incidió, también, en que el grupo ha actuado en todo el planeta a las órdenes de Putin, cometiendo “torturas, robos y barbarie”.
Sin embargo, el Kremlin ha señalado que el Grupo Wagner “no existe desde un punto de vista legal”.
Lo ha dicho Dimitri Peskov, portavoz de la Presidencia rusa, quien ha indicado que “no hay nada que comentar”. “Legalmente hablando no existe ese grupo”, aseguró.
Según la ley británica contra el terrorismo, vigente desde 2000, el Ministerio del Interior tiene el poder de prohibir una organización si la vincula con actividades terroristas.
Previo a esta norma, solo se podían prohibir grupos relacionados con el terrorismo en Irlanda del Norte.