Disconformidad con el Gobierno “social-comunista” muestra un grupo de generales y otros mandos del Ejército, ya retirados, en una carta dirigida al Rey. Lo desveló El País este domingo y abunda en ello El Confidencial Digital (ECD).
En concreto, los firmantes de la misiva a Felipe VI son un teniente general, dos generales de División, cuatro generales de Brigada y seis coroneles. En total, 73 mandos de la XXIII Promoción de la Academia General Militar de Zaragoza, todos ellos en situación de retiro.
En el escrito responsabilizan al Ejecutivo “apoyado por filoetarras e independentistas” de la “amenaza de descomposición de la unidad nacional”. Sólo esto ya da un poco de miedo. Por fortuna, aparentemente no es tan grave.
La misiva, fechada el pasado 25 de noviembre, se gestó días antes, al menos diez. Llega después de otra iniciativa suscrita por un general de División, coroneles, tenientes coroneles y capitanes del Ejército del Aire con otra carta al Rey.
En ésta, también alertan a Felipe VI del peligro de “aniquilación de la democracia” que, según ellos, amenaza a España por las medidas adoptadas por el Gobierno.
La de ahora empezó a circular por los canales comunes que comparten los miembros de la XXIII Promoción. Sin embargo, apenas se adhirieron a ella 30 de los mandos, por lo que sus impulsores redoblaron esfuerzos.
Así las cosas, la presión ejercida surtió su efecto hasta alcanzar la cifra de 73 firmantes. Pese a lo aparentemente abultado del número, según fuentes consultadas, no llega ni siquiera a la mitad de aquella promoción que comenzó en 1964.
Se licenciaron entre 220 y 250 militares, si se cuentan también los que procedían de la Academia Especial Militar de Villaverde (Madrid). Todos son mayores de 70 años y quedarían vivos entre 160 y 170.
Los generales critican duramente decisiones del Gobierno de coalición
Cabe destacar que ninguno de los números uno de aquella promoción se ha sumado a la iniciativa, una carta enviada, en primera instancia, a Jaime Alfonsín, jefe de la Casa del Rey.
En el escrito, los firmantes vierten duras críticas contra el Ejecutivo de coalición. Piden a Alfonsín que “traslade a S.M. el Rey el texto que a continuación le incluyo y que refleja la preocupación del grupo de Oficiales del Ejército Español que firman esta carta, ante la situación que en estos momentos se vive en nuestra Patria”
Sin embargo, como decimos, ninguno de los tres primeros de la promoción, los tenientes generales Manuel Bretón, Rafael Barbudo y Pedro Pitarch, suscribe la misiva.
Tampoco figuran las firmas de los números uno de las diferentes armas, sólo el de Intendencia. Se trata de algo reseñable en un colectivo tan fiel a la antigüedad, el escalafón y los rangos.
Tal es así, que el hecho de que ninguno de los primeros de la promoción secundara la iniciativa llevó a que muchos oficiales y generales retirados no se adhirieran a ella.
Además, muchos de los que firmaron se sienten “engañados”, según las fuentes consultadas, puesto que los promotores parecían hablar en nombre de un grupo mayor del que finalmente suscribió la misiva. Incluso, creían que “iban a estar todos”.
Ante la falta de una mayoría significativa llegó a hacer pensar que los impulsores se echarían para atrás y no mandarían la carta a Alfonsín. De ahí su sorpresa al ver la reflejada en El País.
Para los no firmantes, el tono empleado no es el adecuado
Entre quienes no suscribieron la misiva se comenta que, aunque pudieran compartir parte del análisis y las críticas, el tono empleado no era el correcto.
Demasiado “mitinero” o “panfletario” lo califican algunos. Hubieran preferido una fórmula más moderada en cuanto a la terminología utilizada.
Es más, algunos consideran que la carta puede perjudicar más que beneficiar al Ejército de Tierra y al propio Rey. Incluso, que los argumentos empleados se vuelvan contra ellos.
Con todo y con eso, el asunto ha traspasado nuestras fronteras. En el diario británico The Times se llega a hablar de “ruido de sables”, algo que los críticos a la iniciativa querían eludir.
La añoranza de la dictadura aun pervive en cuatro viejos que debían estar jugando a la petanca y dejando hacer al pueblo español, algunos ya somos mayorcitos, al igual que ellos y no echamos de menos aquellos años. Vivir vuestra vejez en paz y, si tenéis ganas de tiros iros a las ferias y disparar perdigones a ver que tal os va.