GRAN REPERCUSIÓN DE LA EXCLUSIVA DE LA REVISTA “LA MAR DE ONUBA» SOBRE LA EXPLOTACIÓN DE MUJERES EN LA RECOLECCIÓN DE LA FRESA DE HUELVA

La noticia llegaba a los medios hace unos días. Y resalta el titular de la revista “La Mar de Onuba” que encabezaba así “Los abusos sufridos en los campos de fresa llegan a la Audiencia Nacional”.
Resalta el titular de “La Mar de Onuba” porque gracias al periodismo de investigación se ha destapado una trama de “presuntos delitos de trata de seres humanos en concurso con delitos de lesa humanidad”. Ha sido precisamente esta revista, con Perico Echevarría , su director, quien mediante una exhaustiva investigación saca a la luz abusos y degradaciones que se cometían desde hace años. La profesionalidad y el buen hacer de Echevarría es uno de los motivos por los que este caso ha llegado a la Audiencia Nacional.
El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, en un auto con fecha 6 de agosto, abre diligencias por “presuntos delitos de trata de seres humanos en concurso con delitos de lesa humanidad, tipificado en los artículos 177 bis y 607 bis del Código Penal, cuya competencia corresponde a la Audiencia Nacional”.
Con un artículo titulado “Él viene por la tarde: violaciones, maltrato físico y explotación laboral en los campos onubenses, el sur de Italia y Marruecos», Perico Echevarría se hacía eco del infierno vivido por mujeres emigrantes que llegaban hasta Huelva a trabajar en la recolección de la fresa.
A partir de una investigación desarrollada por correctiv.org, organización dedicada al periodismo de investigación, se publican entre el 30 de abril y el 3 de mayo de 2018 reportajes denunciando demoledores casos de abusos sexuales, maltrato físico, condiciones laborales que rayan la esclavitud y el silencio tanto administrativo como de los empresarios, algo que a la sociedad le hace poner el grito en el cielo y sentir vergüenza.
Se transcribe el relato de Kalima o, más bien, el “infierno de Kalima», que nos pone los pelos de punta mientras cuenta que “él” obliga a las mujeres a mantener relaciones sexuales, si se niegan las castiga en el trabajo, y así un sinfín de situaciones que nos hacen volver a tiempos pasados cuando “el criado” estaba bajo el mando de “el patrón”. Imágenes de otro siglo que denuncia enérgicamente Perico Echevarría, demandando esa humanidad que a otros les falta.
Gracias a la labor informativa de La Mar de Onuba, esos casos no son sólo conocidos por la sociedad sino que han llegado a los tribunales. Ya en la Audiencia Nacional, a la espera de la Justicia que ha se llegar a todos, porque todos somos víctimas de la incongruencia humana.

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