El Gobierno previene que recaudará menos de 2.000 millones con las nuevas tasas

El Gobierno previene que recaudará menos de 2.000 millones con las nuevas tasas

La recaudación prevista con los nuevos impuestos se queda, según las nuevas previsiones, en menos de 2.000 millones de euros. En concreto, la nueva proyección sitúa la cifra de recaudación en 1.818 millones de euros, en vez de los 2.050 millones previstos anteriormente.

Así lo ha anunciado María Jesús Montero, ministra de portavoz del Gobierno, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer. El Ejecutivo aprobó el nuevo impuesto digital y el que gravará las transacciones financieras, los conocidos tasa Google y tasa Tobin, respectivamente.

Ambos proyectos de ley decayeron en la pasada legislatura, pero ahora se aprueban, aunque la previsión es que la recaudación no alcance los 2.000 millones. A causa de las elecciones ambos impuestos quedaron paralizados.

El Gobierno atribuye esa recaudación inferior a los 2.000 millones de euros en vez de los 2.050 millones a la ralentización económica.

Montero destacó que con la aprobación de estos tributos “España moderniza su sistema fiscal haciéndolo más justo, más progresivo y redistributivo”. La imposición de las nuevas tasas también “responde a las nuevas realidades” y los negocios nuevos que se derivan del mundo digital.

En principio, se calculó una recaudación de más de 2.000 millones

La recaudación prevista del impuesto a las transacciones financieras se sitúa en los 850 millones de euros, mientras que el digital cae hasta los 968 millones. Esto es 232 millones de euros menos que la previsión anterior. Se debe a la ralentización económica y se basa también en la experiencia en otros países.

El cálculo anterior situaba la cifra en 1.200 millones por la tasa Google y 850 millones por la Tobin. La nueva previsión rebaja las expectativas recaudatorias en un 11,3%.

El impuesto digital gravará aquellas empresas cuyos ingresos totales sean de 750 millones de euros y con ingresos en España de más de tres millones de euros.

La portavoz aseguró que “en ningún caso” se produce discriminación por nacionalidad o tipo de empresa. Garantizó que las pymes no pagarán el impuesto, que, además, protege al sector de startups.

Gravará con un 3% los servicios de publicidad en línea, los de intermediación en línea y la venta de datos proporcionados por el usuario. Esto es, los generados por su actividad. También se grava la venta de metadatos.

La liquidación no se aplicará hasta finales de año

La liquidación será trimestral, pero ésta no se aplicará hasta “al menos el 20 de diciembre de 2020”. De este modo, habrá “margen” para alcanzar los acuerdos internacionales enmarcados en la OCDE y el G20. Además, las empresas contarán con un mayor tiempo de adaptación para afrontar el pago único que afrontarán en este año al final del ejercicio.

La imposición de este nuevo tributo se sustenta, según Montero, en que grandes empresas internacionales obtienen ingresos en España por sus actividades digitales. Éstas quedan fuera del actual marco fiscal, por lo que representa “competencia desleal”, especialmente respecto al pequeño comercio.

La venta de bienes o servicios entre usuarios en el marco de un servicio de intermediación en línea y la venta de bienes o servicios contratados en línea en la web del proveedor de estos en la que el proveedor no es intermediario quedan excluidos.

Igual sucede con ciertos servicios financieros. Tampoco afecta a las prestaciones digitales realizadas entre entidades que formen parte de un grupo con una participación del 100%.

La también ministra de Hacienda ha señalado que el hecho de no incluir los derivados “no significa que entre todos en el futuro, en el ámbito de la cooperación reforzada, se avance” en ese sentido.

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