El escándalo del espionaje a dirigentes independentistas se ha cobrado su primera cabeza con la destitución de Paz Esteban como directora del CNI.
Asimismo, por las intrusiones en los dispositivos móviles de Pedro Sánchez y de Margarita Robles mediante el software israelí Pegasus.
Así, Paz Esteban compareció ante la Comisión de Gastos Reservados, donde admitió haber espiado a 18 dirigentes independentistas con las pertinentes autorizaciones judiciales.
Entre los políticos a los que se puso escuchas figura Pere Aragonès, actual presidente de la Generalitat, aunque no lo era entonces.
La cabeza de la ya ex directora del CNI era una de las exigencias de ERC, pero no la única. No obstante, contaba con el apoyo del PP, Vox y Ciudadanos, así como de la propia Robles.
La ministra en todo momento la defendió, lamentando que Paz Esteban tuviera que “estar aguantando estoicamente” acusaciones que no eran reales.
Sin embargo, pese a la resistencia del Gobierno, el Ejecutivo ha cedido a las presiones tanto de los republicanos catalanes como de Junts e incluso de su socio de coalición, Unidas Podemos.
Cesa como jefa de los espías españoles más de dos años después de su nombramiento, el 1 de febrero de 2020.
Venía ejerciendo como tal siete meses antes de forma interina, sustituyendo al general Félix Sanz Roldán, cuyo mandato finalizó el 5 de julio de 2019.
Además, su experiencia en los servicios de Inteligencia viene desde los años 80. En 1983 ingresó en el entonces Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), transformado en el actual CNI en 2002.