Primeros pasos para la reforma de las pensiones, una de las condiciones que exige Bruselas para que España pueda recibir los 140.000 millones de euros.
El Gobierno ha logrado un pacto general sobre dicha reforma, pero deja para 2022 lo más peliagudo. Las líneas maestras se han acordado, a falta de la redacción final del texto, que puede traer algunos inconvenientes.
A diferencia de la reforma de las pensiones que llevó a cabo el PP en 2013, ahora no significa necesariamente que vaya a haber recortes. El pacto es político, es decir, se ha acordado con sindicatos y patronal un primer tramo.
CCOO, UGT, CEOE y Ministerio de Seguridad Social dan por hecho el acuerdo, aunque quedan algunos flecos y la redacción final. De este modo, el Ejecutivo saca adelante su primera gran reforma. El Plan de Recuperación enviado a Bruselas obliga. La segunda es la reforma laboral.
Así las cosas, las líneas generales podrán ya plasmarse en la ley que se tiene que redactar. Cuatro grandes ejes se han pactado: revalorización, jubilación, autónomos e ingresos.
Respecto al primero, se garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas con una revalorización con el IPC del año anterior. Si la inflación es negativa, las pensiones no se tocan.
Por tanto, se deroga definitivamente la reforma de las pensiones de 2013 que obligaba a una revalorización del 0,25% si había desequilibrio en las cuentas.
Con la reforma de las pensiones se desincentiva las jubilaciones anticipadas
El segundo gran eje es la jubilación y la alineación de la edad ordinaria con la edad efectiva para jubilarse. Se modifican los coeficientes de la jubilación anticipada. También, los nuevos incentivos a la demorada, la parcial y las cláusulas de jubilación forzosa.
Se pretende con ello incrementar la participación de los mayores en el mercado laboral. Con el fin de desincentivar las jubilaciones anticipadas, se van a aplicar coeficientes reductores de la pensión.
Para el caso de la jubilación moderada, el departamento que dirige José Luis Escrivá propone un pago único de hasta 11.000 euros por año. No obstante, también podrá optarse por un 4% adicional en la pensión por cada año que pase hasta la jubilación.
Respecto a los autónomos, la idea inicial era un sistema de tramos que garantizase que coticen por sus ingresos reales. Es decir, entre 90 y 1.220 euros al mes según los ingresos.
Sin embargo, al final se ha descartado. El pacto contempla ahora que primero se definan los tramos en el texto de la ley con la intención de que arranque en 2022. En cualquier caso, sus efectos económicos se verán en 2023 y con un período transitorio de nueve años.
Por último, en cuanto a los ingresos, se garantizan desde los Presupuestos al sistema para reducir el déficit. Se trata de gastos impropios que viene soportando la Seguridad Social, además de 10.000 millones de cotizaciones para financiar las pensiones.
Este mismo año se inyectarán alrededor de 14.000 millones, a los que podrían añadirse otros 8.500 millones. Todo ello deberá salir vía impuestos.