Escalada sin precedentes desde octubre de 2014 del precio de la gasolina, que este jueves alcanzó una media de 1,37 euros por litro. Si es gasóleo, escaló hasta 1,23 euros el litro, volviendo a niveles de principios de 2020, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Así, la gasolina subió casi un 0,7% respecto a la semana pasada y el gasóleo, un 0,8%. Por tanto, llenar un depósito medio de 55 litros supone gastar 75,2 euros y 67,7 euros, respectivamente.
Desde noviembre viene produciéndose aumentos nunca vistos antes en los precios de los carburantes. Se alcanzaron máximos ya en marzo. Así las cosas, en los últimos siete meses el aumento de los carburantes ha supuesto un incremento del precio de la gasolina del 19%. Un 21% en caso del gasoil. Todo ello debido al aumento del petróleo.
De hecho, el Brent, el de referencia en Europa casi ha subido el doble desde noviembre. Pasa de los 40 dólares por barril a 73 que marcó este jueves.
No se sabe muy bien qué ocurrida en un futuro inmediato y a medio plazo. Algunos expertos señalan que lo marcará la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Los grandes productores han ido encareciendo el precio del crudo para provocar un aumento de los precios. A su vez, la demanda mundial se ha disparado a causa de la reactivación de la economía.
Si va aumentando la oferta gradualmente por parte de la OPEP+, los precios podrían suavizarse. Asimismo, si los productores americanos, alertados por las subida del precio, incrementa la oferta del crudo obtenido del fracking, el llamado shale oil.
Otros expertos, en cambio, creen que los precios no se estabilizarán hasta 2022. Según explican, en ese año la demanda debería subir unos 3 millones de barriles al día y la producción en 5 millones. Así, hasta recuperar el nivel prepandemia.
Incluso, algunos apuntan a que a corto plazo se verán precios muy elevados, cruzándose el umbral de los 100 dólares por barril.