Cuestionado por casi todos los ‘barones’ del PP, Teodoro García Egea ha dimitido este martes como secretario general de la formación.
Es la más importante de las dimisiones, seguida por la de José Luis Martínez Almeida, alcalde de Madrid, como portavoz nacional del PP.
Sólo la superaría la del propio Pablo Casado, cada vez más solo, en la mayor crisis interna vivida en el partido conservador.
Se consuma una de las exigencias de los presidentes autonómicos y dirigentes provinciales populares. También la de los diputados del Grupo Popular en el Congreso, que reclamaban su cese inmediato.
Así, los acontecimientos se han ido precipitando en las últimas 48 horas, poniendo en entredicho el liderazgo de Casado.
Todos los líderes territoriales reclaman un congreso ordinario o extraordinario para que haya cambios en la dirección del partido.
Y todos miran a Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, para que tome las riendas del partido.
Al cónclave popular se le pondrá fecha el martes, cuando se reúna la Junta Directiva Nacional del PP, el máximo órgano de gobierno entre congresos.
Inicialmente, esta reunión se había convocado para el lunes 28. Sin embargo, las quejas de Juanma Moreno, jefe del Ejecutivo andaluz, han obligado a cambiarla al martes porque el lunes es el Día de Andalucía.
Así, García Egea ha sido la mano derecha de Casado desde que el líder popular ganó las primarias a Soraya Sáenz de Santamaría.
Casado se ha negado, hasta ahora, a defenestrar a su más fiel escudero. Encabezó la renovación del partido en todos sus aspectos, lo que le supuso ganarse numerosas enemistades, sobre todo entre los veteranos.
Una de las primeras voces que exigían el cese de García Egea fue la de Belén Hoyo, ex miembro del comité de dirección del partido. Además, ella misma ha dimitido como presidente del Comité Electoral Nacional de la formación.
Algo huele a podrido en el PP. Pero no es una novedad. Este partido siempre a olido mal. Los ciudadanos de a pie no sabemos nada de nada. Solo los que está dentro de los partidos saben que es lo que pasa en esa «casa». No sé si Casado es tan honrado como dicen sus afines, y si la Ayuso es tan corrupta como dicen sus detractores. ¿Qué puedo saber si ni siquiera les conozco personalmente? Si bien, es verdad que, cuando el río suena…Todavía resuena el asuntito del Master fantasma. A mi nunca me han gustado los linchamientos de ningún tipo. Incluso si se trata de gente con la que no comparto ideología ni manera de pensar me repugna la cobardía de hacer leña del árbol caído. A Casado le he reprochado a veces sus durísimos insultos al presidente Sánchez y sus chulescas arengas al populacho de las derechas; ahora mismo, cuando lo veo caer siento compasión y tristeza. Pero bueno que así es la política, hoy te encumbran y mañana te estrellan. Y claro, cuanto más arriba subes, más dura es la caída. Espero que no sufra mucho y que sea feliz todo el tiempo que viva; se lo deseo de todo corazón. Porque esto también pasará…