Una posible caída del Gobierno ha hecho que el PNV presione más para acelerar la fusión entre BBVA y Bankia. A principios de año, Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, se comprometió con la formación jeltzale a que la operación se llevaría a cabo.
Los nacionalistas vascos quieren acelerarlo de forma que no se retrase más allá del próximo otoño, indican fuentes conocedoras. Temen que Podemos salga del Gobierno y que Sánchez se vea obligado a convocar elecciones.
De hecho, según fuentes cercanas al ejecutivo de Íñigo Urkullu, desde la formación vasca ven una alta probabilidad de que se rompa la coalición. Creen que las condiciones que la Unión Europea imponga para que España acceda al rescate resultarán inaceptables para Pablo Iglesias. Esas condiciones implicarían recortes, reducción del déficit y reformas estructurales.
Así las cosas, se presenta una oportunidad para replantear de nuevo esa exigencia para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2021. El PNV será imprescindible para ello porque es más que posible la retirada del apoyo de ERC ante la posibilidad de que Sánchez negocie con Ciudadanos.
De ahí que Aitor Esteban, portavoz de la formación nacionalista vasca en el Congreso, insista en que Sánchez “debe apoyarse en los partidos de la investidura”.
La fusión de Bankia y BBVA cuenta con el beneplácito de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri, del Gobierno y del Banco Central Europeo. No así de la cúpula del banco vasco. En cambio, esa resistencia podría rebajarse por la situación judicial de Carlos Torres, presidente del BBVA, por el caso Villarejo.
Torres tendrá que convencer de las bondades de la fusión
Entre la banca, se da por descontado que Torres será imputado por este caso. Es más que probable que no sea condenado, pero la simple imputación haría que se mostrase más inclinado a la fusión con Bankia. Para ello tendrá que convencer a su consejo.
Esa convicción pasa primero por demostrar que conseguirán grandes sinergias. De seguido, que, para que todo encaje, la operación sea beneficiosa para el banco vasco, lo que supone que BBVA no pagará prima sobre la cotización de Bankia o sea mínima.
En contra, que la rentabilidad del banco verde es baja. El argumento definitivo es que la participación del FROB tendrá un potencial al alza en un banco mucho más grande que solo en Bankia.
Aquí entra en juego también Goirigolzarri. Bien visto por los nacionalistas y estando a favor de la integración en BBVA, el PNV exige que sea él quien presida la entidad resultado de la fusión.