Los resultados en las encuestas señalarían al presidente popular como responsable de la caída del PP.
Altos dirigentes del Partido Popular han criticado abiertamente la campaña programada por Pablo Casado en las elecciones andaluzas. Para estos mandatarios, próximos a Soraya Sáenz de Santamaría, “es la peor campaña del PP de todos los tiempos”.
Y es que las encuestas no deparan un buen resultado para los populares en estos comicios, cediendo, según qué sondeo, numerosos escaños a Ciudadanos, que también pesca en aguas socialistas.
El comportamiento de los líderes será determinante en esta semana de sprint final antes del 2 de diciembre y la disensión interna en el PP podría hacer variar el mensaje de Casado y moderarlo a fin de evitar una sangría en la derecha, en especial por la irrupción de Vox en el escenario. Una formación, ésta, con la que el líder popular dijo coincidir en algunos de sus postulados, algo que no sentó bien y que pervive entre los dirigentes del partido.
No en vano, en el mejor de los casos la formación conservadora se quedaría como hasta ahora, con 33 diputados. En cambio, en el peor de los escenarios o incluso en uno intermedio, el más probable, la perdida podría ser de entre 6 y 8 escaños, algo que sería responsabilidad directa, de acuerdo con un sentimiento creciente interno, del discurso que lleva manteniendo Casado en los últimos días.
Prueba de ello podría ser el hecho de que la formación naranja es la gran beneficiada, arañando votos procedentes del sector más moderado de los populares, y también del PSOE. Los socialistas se quedarían prácticamente como están, tal vez perdiendo entre 4 y 6 parlamentarios, pero los de Albert Rivera prácticamente duplicarían su actual representación.
Con todo, de cumplirse estos pronósticos, que vienen repitiéndose a lo largo de la semana pasada, tampoco se lograría la aspiración popular de, aún en coalición, llegar a formar Gobierno y descabalgar al PSOE de la Junta de Andalucía. Y de eso también sería responsable Casado.