El Frente Polisario, contra la nueva postura de Sánchez

El Frente Polisario se ha mostrado muy crítico este sábado por el giro en la postura de parte del Gobierno español sobre una solución para el Sáhara.

Según trasladan en un comunicado, Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo de España, con ese posicionamiento, “apoya la ocupación”. Además, “legitima la represión” contra el pueblo saharaui.

En ese sentido, el Frente Polisario manifiesta que “la posición expresada por el Gobierno español carece de credibilidad, seriedad, responsabilidad y realismo”.

Justifican la afirmación en que “es una desviación peligrosa, contradice la legitimidad internacional, apoya la ocupación”. “Pretende legitimar la represión, crímenes de guerra y el saqueo de riquezas que Marruecos continúa empleando contra el pueblo saharaui”, reza el texto.

Asimismo, se lamentan del cambio de posición. Consideran que es el resultado “de intensos meses de chantaje marroquí” para restablecer las relaciones diplomáticas “a su estado anterior”.

Para el Frente Polisario, es “muy peligrosa”

Además, en el comunicado, el Frente Polisario tilda de “muy peligrosa” la nueva postura española. Afirma que es un “claro apoyo al enfoque unilateral” del reino alauí y “en contradicción con el Derecho Internacional”.

Al hilo de ello, recuerda que la ONU, la Unión Europea y la Unión Africana no reconocen “ninguna soberanía marroquí” sobre el Sáhara.

Así, trasladan que esperaban que “España, por imparcialidad y sentido de sus responsabilidades legales e históricas, acompañara a las dos partes y al nuevo enviado personal –de la ONU– para revitalizar el proceso político”.

“Es lamentable que Madrid opte, una vez más, por someterse al chantaje marroquí y disipar las esperanzas que existían, alimentando la tensión, la escalada y empujando hacia más desatinos”, concluye.

Por otro lado, ha llamado “a todos los pueblos de España” y a las fuerzas políticas españolas para que presionen al Gobierno. Asimismo, para que “corrija este lamentable error” y obliguen, de este modo, al Ejecutivo español a “asumir sus responsabilidades originarias”