Renuncia después de fracasar su iniciativa de reforma sanitaria.
Ayer presentó su dimisión Juha Sipila, primer ministro de Finlandia, y deja sumido al país escandinavo en una profunda crisis política. Su iniciativa de reforma sanitaria no superó el trámite del Parlamento finlandés y ahora pasa a dirigir un gobierno en funciones hasta el 14 de abril, fecha en que se celebrarán elecciones legislativas. “Soy un hombre de principios y tenía claro desde el primer momento que el principio aquí era ‘o sacamos adelante o nos marchamos’“, declaró en una comparecencia ante los medios.
El ajuste del sistema sanitario de Finlandia, que es muy amplio en sus coberturas pero tremendamente costoso, ha sido una prioridad de los distintos gobiernos finlandeses durante los últimos diez años porque la población está envejeciendo a una velocidad preocupante. Sipila ha insistido durante meses en que la reforma era crucial para equilibrar las finanzas públicas. Finalmente, se ha rendido a la evidencia y ha acabado admitiendo que “no va a poder cumplirse durante el mandato actual”. “Para mí ha supuesto una decepción enorme. Cuestiones que eran fundamentales se han convertido en obstáculos y no ha habido tiempo para hacer nuevas propuestas”, se lamentó.
La iniciativa de reforma habría supuesto de la reducción del crecimiento anual de los gastos públicos en Seguridad Social y sanidad pública, pasando, entre 2019 y 2029, de la estimación actual del 2,4% al 0,9%. El paquete de medidas es de una enorme envergadura y el ahora primer ministro en funciones había adquirido el compromiso de aprobarlas en su totalidad.
A pesar de ello, ha mostrado su disposición a continuar como cabeza visible del Gobierno cara a estabilizar la situación hasta las elecciones del 14 de abril. Es más, si los comicios no dieran un resultado claro, está dispuesto a “mantenerse en el cargo si las negociaciones de Gobierno se prolongan”, en especial hasta que Finlandia asuma la presidencia de la Unión Europea en julio.
Sipila ha insistido en que el resto de proyectos de ley continuará su recorrido parlamentario y ha enviado un mensaje por la estabilidad política aunque el Parlamento deba continuar sin el respaldo que representa un gobierno en firme. “Yo me he unido a la política para encontrar soluciones, para crear empleo, para romper el endeudamiento público, pero sobre todo para llevar a cabo una reforma sanitaria. Una tras la que ha habido mucho trabajo, también muchos errores, pero mucho trabajo”, concluyó.