Filibustero de identidades

Mari Ángeles Solís del Río.

Por Mari Ángeles Solís del Río · @mangelessolis1.
El esperpento en la política española tiene nombre, sí. Quim Torra se hace llamar. Si Valle-Inclán levantara la cabeza, su querido Max Estrella no sería un poeta de odas y madrigales, sino que sería la imagen del político catalán, porque don Ramón, con la maestría de su pluma, habría sido capaz de describir a la perfección esa forma grotesca de hacer política que, más que política, lo convierte en una esperpéntica forma de actuar. Ya lo dijo al escribir la frase: “Las imágenes más bellas, en un espejo cóncavo son absurdas”.

Eso ha hecho Torra, convertir Cataluña en un absurdo. Convertir una bonita realidad, que es Cataluña como región de España, en un territorio en el que se olvidan las leyes de convivencia y se pisotea el respeto entre los mismos catalanes. Porque hay tantos catalanes que callan y que quieren continuar en armonía con el país que les vio nacer.

Y es por ello, que Quim no se entera que no es presidente de ningún país, no. Es presidente de una región. Incluida la poca vergüenza de poner, entre la espada y la pared, a quien de verdad gobierna el país con la amenaza de un referéndum, con no apoyar unos presupuestos que son buenos para un país. Sí, un país digo. Un país llamado España. Cataluña es una región, no olvidemos.

Digo yo, ¿qué sentirá este estrafalario presidente al observar a “sus” ciudadanos enfrentados en las calles por una independencia que está fuera de la ley? Porque, lección primera para un político, conocer y respetar, respetar, respetar las leyes… porque la política busca el bienestar de los ciudadanos. ¿Busca Torra el bienestar?, o ¿está inmerso en sus sueños independentistas llevando su región (¡¡ojo!!, región. No país, no. Región) al mayor caos ciudadano y saltando por encima de la legalidad. Y adelanta en su particular guerra a los Mossos d’Esquadra, que posiblemente no se ha enterado, es lo que tienen los malos políticos. Los considera su guardia pretoriana cuando… ¡creó ese cuerpo Felipe V!, vaya un monarca español, pero bueno, para él, los catalanes siguen sin ser españoles…

Aunque te voy a contar otro chiste, Quim. Por cierto, ¿bailas la sardana? Hombre, un baile regional “muy catalán”. Por refrescarse la memoria, sabes, te digo un nombre, José María Ventura Casas… ¿sabes quién es?, ¡¡exacto!!, el jiennense que la creó.

Pero nada, que tú no te agobies, y abrázate a la Señera que, por cierto, tiene su origen en los Reyes de Aragón. Ves… nada es tuyo, sino de todos. Nada nos pertenece porque somos ciudadanos del mundo aunque ya es sabido que muchos ciudadanos no entran en “tu mundo”.

Es más, Quim, mi intención no era dirigirme a ti sino a los miles de catalanes que permanecen callados en sus casas, porque no os interesa lo que tienen que decir, porque se sienten españoles y creen en la diversidad y en la igualdad entre regiones. Porque tienes un concepto de la libertad distorsionado y, repito, hay miles de catalanes sufriendo al ver como esa sociedad que has intentado manipular se derrumba bajo sus pies. Esa sociedad que has creado, de unos contra otros, del sí a la independencia contra la del sí a la legalidad. Qué poca responsabilidad…

Qué poca responsabilidad la de un presidente de una comunidad autónoma que chantajea al presidente de su país, con algo tan grave como la aprobación de unos presupuestos que lo que pretenden es dar estabilidad y crear un futuro próspero para la ciudadanía.

Lo dicho… si Valle-Inclán levantara la cabeza y viera cómo le has usurpado el concepto de esperpento, no te escribiría una novela, no, te escribiría tres: “trilogía de un absurdo”.

El futuro se construye con unidad, respetando las leyes y creando armonía en la sociedad. El enfrentamiento sólo lleva al desastre y al esperpento. ¿Es eso lo que quieres tú? Inmerso en tus sueños independentistas… empieza por gobernar bien la región que te eligió. El resto… la ley se pronunciará.

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