“Feminismo: un hormigón acristalado”, por Carmen Vicente Muñumer

Carmen Vicente Muñumer.

Nací en el 74, y viví parte de una época en la que, cuando un hombre mataba a una mujer, se oían comentarios como: “no podía vivir sin ella” o “la mató porque la quería”.

Por aquel entonces, y no digamos años atrás, las mujeres no tenían sobre sus cabezas un techo de cristal, tenían todo un muro de hormigón.

Por ejemplo, las mujeres casadas no podían disponer de sus bienes parafernales, ni aceptar herencias, ni comparecer en juicio por si mismas, ni contratar. Era el hombre quien decidía por ellas.

Y fueron feministas como María Telo, abogada, quienes consiguen que la figura del marido como cabeza de familia desaparezca del Código Civil, eliminando así una situación humillante para la mujer.

Han sido y son muchos años de lucha por la igualdad. Por eso me enfado cuando hoy día atacan al feminismo, como si el feminismo quisiera eliminar al hombre de la faz de la tierra, cuando su única finalidad es el respeto y la equidad entre ambas partes.

Y pululando por las redes sociales, he visto comentarios y opiniones que acusan al feminismo de demonizar al hombre, y culpar a todos de asesinos y de ejercer la violencia de género. Pues bien, he escogido uno de esos comentarios y, como feminista que soy, voy a contestar a algunas frases que vienen en él:

-“Las feministas salen a la calle para atacar a los hombres”.

No, no salimos en ningún momento para atacar a los hombres, de hecho muchos hombres nos acompañan. Salimos para defender a las tantas y tantas mujeres, ya son 9 asesinadas en lo va de año, a las que han arrebatado sus vidas. Salimos a la calle por todas las que han tenido y tienen que soportar el maltrato golpe a golpe, solo por puro machismo. Y eso, no implica acusar a TODOS, porque sabemos y tenemos claro, muy claro, que no todos son así.

-“Dicen que las estamos matando”

Evidentemente. Es él quien recurre a  llevar a cabo un crimen, por el mero hecho de que ella decide no soportar más el miedo y la angustia que vive día a día con él.

-“se ha puesto de moda denigrar a los hombres”.

Pues mire usted, de eso nada, más bien todo lo contrario. Cuando él determina golpear, infravalorar, maltratar o matar a su pareja o ex pareja, se denigra él solo. Y lo que es peor, denigra al hombre. Lo que nosotras y ellos (no nos olvidemos que también hay hombres en esta causa) intentamos hacer ver a la sociedad, es que luchamos solo contra los maltratadores y asesinos.

-“quieren estar por encima de nosotros”.

El feminismo es la búsqueda de la igualdad de derechos y equidad entre hombres y mujeres. No aboga por la supremacía de uno sobre el otro, ni la discriminación por cuestión de género.

Por lo tanto, cuando oigo decir a cierta presentadora que “mi vestido es muy feminista”, solo me cabe pensar que o habla desde la más pura ignorancia, o hay ciertos medios interesados y empeñados en desvirtuar y crear confusión en torno al feminismo.

El feminismo no es ponerte un vestido transparente en las campanadas de fin de año. No. El feminismo es que tú y tus compañeras, como mujeres, cobréis por vuestro trabajo lo mismo que vuestros compañeros siendo hombres, por ejemplo.

Afortunadamente vamos avanzando, y ahora estamos en la época donde la mujer ha podido quitar ese hormigón que la oprimía, y ha visto la luz tras un grueso cristal. Pero ese techo de cristal se iba resquebrajando, y a algunos, anclados en años pasados, les comenzó a temblar su masculinidad mal entendida.

Y yo les digo que no tengan miedo, que vivan esta época con valor, que avancen con nosotras en la IGUALDAD, porque el miedo es una prisión, pero nosotras estamos dispuestas a ofrecerles la llave para salir de ella.

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