España ha avisado este sábado a la OTAN de que la expansión de Rusia en África es cada vez mayor y de que el yihadismo gana terreno.
Así lo han trasladado Margarita Robles, ministra de Defensa, y el almirante general Teodoro López Calderón, Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD).
Lo han hecho en sus intervenciones ante la Asamblea Parlamentaria de la OTAN que se reunió en Madrid, poniendo foco en la situación del Sahel.
Ya durante la Cumbre de la Alianza en Madrid el pasado mes de junio, España presionó para que quedara reflejada la importancia del flanco sur en el Concepto Estratégico que del cónclave salió.
Ese documento recogió la necesidad de dar una visión de seguridad y defensa de “360 grados”.
Este sábado, Robles ha insistido en la expansión de Rusia en el continente africano. “Está encontrando un perfecto campo de extensión” en África, bien directamente a través de su Ejército, o bien mediante la compañía Wagner.
Así, advirtió de que “cualquier vacío que deje Europa o la OTAN en África está siendo perfectamente aprovechado por Rusia”.
En ese sentido, alertó que la guerra en Ucrania se está convirtiendo en una herramienta para desviar el foco de su expansión en el continente africano.
Reiteró que “Rusia está invadiendo Ucrania, pero se está extendiendo en África y de eso todos tenemos que ser conscientes”.
El JEMAD, por su lado, ha seguido esta misma línea en su intervención. Hizo hincapié en que África se está convirtiendo en un ámbito de “competición geoestratégica”.
Al tiempo, alertó de que la creciente influencia rusa en esa zona está incrementando su “desestabilización”. Además, está provocando que los países de África queden dominados por sistemas políticos surgidos de golpes de Estado.
Asimismo, el terrorismo se está expandiendo y aumentan otras actividades delictivas, como el tráfico de armas y de personas.
A ese respecto, señaló que “la visión de nuestro Gobierno es intentar evitar esos huecos”. “Una vez que son dejados, son penetrados y asumidos por estas fuerzas”, afirmó en alusión a Rusia.
Otro peligro, agregó, es que se están haciendo con el control de la exportación de los recursos naturales de esos países.
Precisamente, estas alertas llegan coincidiendo con el repliegue de la misión militar de la Unión Europea en Malí.
Ésta se encuentra “suspendida” desde hace meses, reduciéndose la presencia a un máximo de 300 efectivos antes de fin de año.
Sin embargo, España aboga por mantener presencia en Malí, donde se han desplegado 360 militares. En cambio, otros países están retirándose.