El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha decidido procesar a Jorge Fernández Díaz, ex ministro del Interior, y a su cúpula policial.
De este modo, pone fin a la investigación acerca de la operación Kitchen, la trama de espionaje parapolicial a Luis Bárcenas, ex tesorero del PP. En cambio, deja fuera a María Dolores de Cospedal, ex secretaria general de los populares, y a su marido, Ignacio López del Hierro.
Además de a Jorge Fernández Díaz, el magistrado propone juzgara otras diez personas, entre ellas a Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad.
También a Eugenio Pino, ex responsable de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), a los comisarios José Manuel Villarejo, José Luis Olivera, Marcelino Martín Blas, Enrique García Castaño y Andrés Gómez Gordo.
Por último, a los policías Bonifacio Díez y José Ángel Fuentes Gago, y a Sergio Ríos, ex chófer de Bárcenas. Éste era el encargado de pasar la información necesaria para robar al ex tesorero la documentación que supuestamente obraba en poder de Bárcenas acerca del PP.
Sin embargo, no ha considerado que hubiera indicios suficientes para procesar a Cospedal, a López del Hierro y a José Luis Ortiz. Este último era el jefe de Gabinete de la entonces secretaria general del partido.
Entiende que la implicación de estos tres últimos es “resultado de una inferencia voluntarista sin fundamento en indicio alguno”. El juez sostiene que “no hay reflejo de ello en las actuaciones”.
Jorge Fernández Díaz será juzgado por varios delitos
En cambio, señala que, para los otros once, los hechos son constitutivos de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos. Asimismo, prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos, tráfico de influencias, cohecho y malversación.
Además, el magistrado limita la operación Kitchen al Ministerio del Interior. Descarta, así, la existencia de una trama política ajena al departamento que dirigía Fernández Díaz.