Europa liquida los vehículos diésel frente al auge exponencial de los coches eléctricos e híbridos

Francisco Villanueva Navas.

Por Francisco Villanueva Navas · @FranciscoVill87
Economista y periodista financiero.

El mercado automovilístico europeo es fundamental en el crecimiento económico de la Unión Europea: hay países en los que la producción de coches forma parte de la esencia exportadora de sus economías tal es el caso de España, de Italia, de República Checa, de Alemania… en los que la producción de coches representa más del 10% del PIB total.
A esta cantidad de vehículos hay que añadir la calidad de las factorías patrocinadas por marcas emblemáticas totalmente europeas como Mercedes, BMW, Renault, Opel-Vauxhall, Citroën, Fiat, Volvo, Škoda, Volkswagen, Seat, Roll Royce, Porsche… en un sin fin de marcas europeas que literalmente se imponen en todo el mundo.
Pero el mercado está en una evolución drástica, el vehículo diésel y, en parte, él gasolina están dejando paso al estallido de la revolución ecológica del coche eléctrico. El fuerte crecimiento de la venta de autos eléctricos en Europa es imparable y ya circulan más de un millón de vehículos eléctricos a los que se suman casi otro millón de híbridos que combinan electricidad y combustible. Las cifras suben y suben… el incremento es de un 42 % respecto al mismo periodo del año pasado.
Los datos de ventas del primer semestre del año muestran que los consumidores de los 32 países del Espacio Económico Europeo (los 28 de la UE además de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza), compraron entre enero y junio 195.000 autos eléctricos o híbridos.
Ese dato supone una subida del 42 % en comparación con el mismo período del año anterior, que sirvió para romper la barrera del millón de autos de ese tipo en circulación. Los híbridos pueden recorrer pequeñas distancias usando sólo sus baterías eléctricas antes de activar el sistema tradicional de combustión.
El mercado chino, mucho mayor que el europeo, había llegado a ese millón hace un año y Estados Unidos todavía no lo logró a pesar de ser el país de nacimiento de Tesla, una de las marcas más exitosas entre los compradores de autos eléctricos. Ver un Tesla en una calle europea era una rareza hace apenas unos años. En las grandes ciudades de Europa se ven ya a diario.
Las ventas de autos eléctricos siguen acelerando y se espera que en el segundo semestre del año se vendan más de 200.000 para alcanzar la cifra de 1,35 millones de autos eléctricos en circulación. Es apenas una estrecha franja, equivalente al 2 %, de un mercado que sólo en el primer semestre compró 8,69 millones de autos, pero su crecimiento exponencial hace que su parte de la torta sea cada vez mayor. Mientras los eléctricos vendían un 42 % más en el primer semestre, las ventas de autos de combustión lo hacían un 2,9 %.
Noruega, la gran potencia petrolera del continente, sigue siendo el mayor mercado europeo de autos eléctricos del bloque económico europeo. Del total de autos vendidos en el primer semestre, el 37% fueron eléctricos. Es también el país que más subvenciones públicas otorga para fomentar las ventas de este tipo de autos.
Alemania, el mayor mercado de autos en Europa en general, se le acerca con fuerza y podría superar a Noruega en ventas totales de autos eléctricos antes de finales de año. Dinamarca y Holanda también ven fuertes crecimientos. El único país del bloque en el que cayeron en el primer semestre las ventas de eléctricos fue el Reino Unido, aunque el país muestra descensos globales totales ante las incertidumbres del Brexit.
La prensa británica achaca esa caída a la falta de modelos eléctricos competitivos de sus productores nacionales como Vauxhall (el nombre de Opel en tierras británicas) o Land Rover. Como en otros países, los vendedores de autos eléctricos creen que si la red de recarga de baterías estuviera más desarrollada aumentaría más rápido la venta de este tipo de autos.
El fuerte crecimiento de sus ventas llega justo cuando este 1 de septiembre arranca en Europa la nueva normativa sobre emisiones contaminantes de los autos, diseñada tras el escándalo «Dieselgate», que sacó a la luz como durante años importantes automotrices, principalmente alemanas, trucaron los sistemas informáticos de los autos para que mostraran emisiones contaminantes menores de las reales.
El nuevo sistema conlleva una forma más realista de calcular esas emisiones, por lo que muchos autos que cumplían con la normativa dejarán de hacerlo. La industria automotriz europea es una de las grandes gallinas de los huevos de oro de la economía del bloque. Los 32 países del Espacio Económico Europeo recaudaron en los últimos años más de 400.000 millones de euros en impuestos a los autos. El sector es el primer brazo de la industria europea, genera más de 13 millones de empleos directos o indirectos (más del 6 % del total del empleo en Europa) y es la principal exportación del bloque. La parte oscura es que ese sector genera casi el 14 % de las emisiones contaminantes europeas, sólo superado, según datos de la Comisión Europea, por la generación eléctrica (30%) y todo el resto de la industria junta (19%).

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