Las negociaciones para encontrar una solución en Venezuela se encuentran con las condiciones que Estados Unidos trata de imponer ante un hipotético gobierno de transición liderado por Juan Guaidó. Así, Elliot Abrams, enviado especial estadounidense, ha mostrado la disposición de Donald Trump a aceptar algunos chavistas en dicho Ejecutivo, pero veta a Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana, y a Tareck El Aissami, vicepresidente de Venezuela.
Aunque, según ha declarado Abrams, Washington respetaría la decisión de Guaidó si éste decide formar un gobierno de unidad, en él no podrían estar incluidos estos dos políticos a los que Estados Unidos acusa de narcotráfico y son buscados por la justicia estadounidense. Por supuesto, tampoco podría estar Nicolás Maduro.
Abrams señaló al diario El Nuevo Herald que “nosotros ciertamente estableceríamos un límite para excluir a quienes están involucrados en el narcotráfico, y hay otros ejemplos alrededor del mundo, donde personas de ese tipo han estado involucrados en un gobierno, y nosotros hemos dicho que no vamos a tener nada que ver con eso. No vamos a hablar con ellos ni tratar con ellos”.
El Departamento del Tesoro estadounidense ha aplicado sanciones tanto a Cabello como a El Aissami y son objeto de investigación por parte de las autoridades de Estados Unidos al considerarlos los cabecillas del llamado Cartel de los Soles.
En ese sentido, el enviado especial ha reiterado que el vicepresidente venezolano “se enfrenta a cargos en Estados Unidos, y nosotros no vamos a trabajar con alguien así”. A su juicio, resulta “difícil ver cómo un gobierno de transición, un gobierno de unidad nacional, puede incluir gente de ese tipo”.