La cuota quedará establecida en 30.000 para el año próximo.
Mike pompeo, secretario de Estado norteamericano, anunció que en 2019 Estados Unidos acogerá 15.000 refugiados menos, dejando el número en 30.000. “Hemos propuesto asentar a 30.000 refugiados y procesar más de 280.000 solicitudes de asilo. Estas cifras siguen manteniendo a Estados Unidos como la nación más generosa del mundo”.
Desde 2017 la cuota estaba fijada en 45.000, al establecerse el programa de refugiados moderno mientras que en 2018 podría admitir 22.000.
una de las promesas electorales de Donald trump, presidente estadounidense, era ir reduciendo la inmigración, lo que ha ido llevando a cabo durante el último año y medio.
Las ONG que trabajan con refugiados han mostrado su pesar por esta decisión. Desde el Comité de Rescate Internacional, IRC, señalan que el país norteamericano “no solo está abdicando de su liderazgo humanitario y responsabilidad compartida en la respuesta a la peor crisis global mundial de desplazados y refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, sino que está comprometiendo intereses estratégicos críticos y renegando de compromisos con aliados y poblaciones vulnerables, incluidas minorías religiosas y aquellos cuyas vidas están en peligro porque son ayudados por las tropas y las misiones estadounidenses en el exterior”.
Así, Said Nazanin Ash, vicepresidente de políticas y campañas del IRC, ha destacado que “el techo de admisiones de refugiados en Estados Unidos desde 1980 ha estado de media por encima de los 95.000 al año antes de la llegada de esta Administración, habiendo alcanzado los mayores niveles de admisiones los anteriores presidentes republicanos”.
En sentido parecido se ha manifestado Joel Charny, director ejecutivo del Consejo Noruego para los Refugiados, NRC, en Estados Unidos, para quien esta medida es “una bofetada en la cara a los países mucho más pobres en todo el mundo, que están haciendo más de lo que les corresponde para acoger y cuidar a refugiados”. Incluso, destacó, que la Administración Trump no llegará al objetivo establecido de 45.000 refugiados en este año.
“Es improbable que llegue incluso a 30.000, ya que solo se ha admitido a 20.000 hasta agosto y queda un mes del año fiscal”, indicó Charny. “Es especialmente sorprendente las bajas cifras de cirios admitidos, menos de 100, pese al brutal conflicto y el terror que siguen experimentando los sirios”, destacó.