España se la juega hoy en Europa

España se la juega hoy en Europa

Está claro, y el Gobierno de Pedro Sánchez lo sabe, que la clave para salir de la crisis económica tras el coronavirus está en Europa. La de toda la Unión Europea, pero especialmente las economías española e italiana. De ahí que Sánchez haya decidido hacer una fuerte apuesta y ponga sobre la mesa una propuesta ambiciosa.

Hoy se reúne el Consejo Europeo, que deberá debatir el plan pergeñado por el Ejecutivo español y secundado por Giuseppe Conte, primer ministro italiano, y Emmanuel Macron, presidente de Francia. El peso de ambas economía en Europa, unida al de la española será una gran baza a jugar.

El planteamiento es crear un gran fondo de hasta 1,5 billones de euros –más que el PIB de España- financiado con deuda perpetua. Una liquidez que se repartirá en forma de transferencias, por lo que no computará como deuda, entre los países más impactados por el virus.

La posición es clara y forman bloque común España, Italia y Francia, con el gran protagonismo centrado en Sánchez. Una vía intermedia que cuente con la posibilidad de negociarse con Alemania, que sigue negándose a los ‘coronabonos’, que supondría mutualizar la deuda soberana.

A su vez, vincular ese fondo al presupuesto comunitario, algo parecido a lo planteado por Macron y que Angela Merkel, la canciller alemana, podría aceptar. Es otra de las claves ya que no implicaría modificaciones legislativas que abocarían a complejas votaciones en el Bundestag. O el riesgo de recursos de inconstitucionalidad en Alemania.

Los países del sur son los más afectados por la crisis de modo que solo un Fondo de Recuperación como el de la propuesta evitaría su endeudamiento masivo, más allá del que ya han asumido con sus propios recursos y gracias a la intervención del Banco Central Europeo (BCE).

Se destinará a los países más castigados en Europa por el coronavirus

No serían préstamos, sino transferencias no reembolsables por las que se pagarían solo los intereses. Unas transferencias directas limitadas a lo que dure la crisis. Tampoco serían en función de la renta de cada país. Dependerían del grado de afectación según criterios de porcentaje de población, caída del PIB e incremento del paro.

El Eurogrupo puso en circulación medio billón de euros en rescates del MEDE, avales del Banco Europeo de Inversiones y fondos complementarios para los ERTEs. Todos ellos son préstamos reembolsables pensados para aportar liquidez a los Estados en los momentos iniciales, pero sin repercusión en la recuperación económica. Este Fondo, en cambio, consiste en transferencias a fondo perdido, sin que vengan los hombres de negro.

La deuda perpetua financiaría el Fondo de Recuperación, lo que lleva a que sólo se abonarían los intereses y se asumiría de forma solidaria. Además, la deuda tendría categoría AAA, la mejor, como tienen en los mercados todas las instituciones en Europa. Gracias a ello, el tipo de interés sería muy bajo.

Los intereses podrían cubrirse con ciertos impuestos

Dichos intereses podrían, en parte, pagarse con cargo a posibles impuestos europeos como al del CO2 en las fronteras, un arancel a las importaciones que penalice el exceso de emisiones o el de las transacciones financieras.

A ello, como dice el documento enviado a Bruselas, se une que “el BCE deberá seguir jugando un papel clave para asegurar la estabilidad financiera”.

Estas medidas también pasan porque se podría elevar el techo de los recursos propios de la UE, que ahora se sitúa en el 1,20% del PIB del club. La Comisión Europea ya trabaja con propuestas que llevarían a aumentar estos recursos propios hasta el 2%. Esto daría un margen de entre 100.000 y 150.000 millones de euros.

Ahí no acaba la cosa ya que la propuesta incluye avanzar hacia la armonización fiscal que evite fugas de ingresos. Un ‘zasca’ a Holanda, que fue investigada y castigada por el trato de favor dispensado a multinacionales como Starbucks.

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