El error Biden sume en desolación y muerte la huida de los afganos

El error Biden sume en desolación y muerte la huida de los afganos

El doble atentado suicida de este jueves en las puertas del aeropuerto de Kabul complica más, si cabe, la huida de los colaboradores afganos. Unos ataques que han matado a más de 170 civiles afganos y a 13 soldados estadounidenses, además de causado un centenar de heridos.

Se trata del primer atentado en suelo de Afganistán en año y medio y el peor de la última década. La magnitud del ataque obligó a Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, a cancelar su reunión bilateral con Naftali Bennett, primer ministro de Israel.

Desde The Situation Room, la Sala de Crisis de la Casa Blanca, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, observaba los detalles del doble atentado. Luego, se dirigió a la nación para informar de los acontecimientos y de la posición del Gobierno estadounidense.

EEUU tomará medidas. “Estamos trabajando muy duro en este momento para determinar quién está asociado con este cobarde ataque y estamos preparados para tomar medidas contra ellos”, señaló Kenneth McKenzie, general del Comando Central de Estados Unidos desde el Pentágono.

Aseguró que las fuerzas armadas estadounidenses están “preparadas y listas para defenderse” ante nuevos ataques.

Desde mediados de agosto, EEUU ha evacuado a unas 95.700 personas y desde finales de julio ha reubicado a unas 101.300. Se estima que aún quedan atrapados en Kabul alrededor de 5.000 ciudadanos estadounidenses. Ni qué decir de colaboradores o ciudadanos afganos.

La situación empeora tras los atentados sembrando la incertidumbre de si se podrá completar la evacuación como se tenía previsto. Decenas de miles de personas tratan desesperadamente de salir de Afganistán.

Se sabía de la posibilidad de los atentados. El miércoles la Embajada de Estados Unidos lanzó el aviso de que los ciudadanos estadounidenses y los refugiados afganos debían alejarse del aeropuerto.

Los afganos acabarán en otra guerra civil

Además, se confirma el temor de que Afganistán termine en otra guerra civil. Los radicales de ISIS-K, que son enemigos mortales de los talibán, empiezan a tomar el control en algunas ciudades. Se sospechaba que son los autores del doble atentado.

Ante esas amenazas, Biden ordenó adelantar el fin de las evacuaciones al 27 de agosto, cuatro días antes de que expire el plazo comprometido. A estas horas parece imposible que se pueda cumplir ya que miles de ciudadanos estadounidenses y colaboradores afganos quedarían abandonados a su suerte.

El presidente de EEUU aseguró que “tendrá consecuencias” cualquier ataque contra sus efectivos en Afganistán. Los atentados de este jueves refuerzan su decisión de salir del país centroasiático “cuanto antes”.

Sin embargo, también plantean dos cuestiones opuestas de vital importancia para Estados Unidos y los aliados occidentales.

Por un lado, si es preferible aumentar la presencia militar para ampliar la cobertura de seguridad en los compases finales de la evacuación. Por otro, y opuesto, llevar a cabo una retirada urgente, lo que dejaría atrás a miles de personas atrapadas en Afganistán.

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