“Ernesto”, por Antonio Miguel Carmona.

Ernesto era uno de los nuestros. Cuando la policía franquista le pidió la documentación su DNI no ofrecía dudas: Guillermo Galeote Jiménez. Alias, Ernesto. Un destacado miembro de los socialistas del interior que se dejaron la vida y el sueño, literalmente, por un mundo nuevo.

Guillermo Galeote nació en San Sebastián. Estudió Medicina en Sevilla y formó parte del grupo que más páginas ha escrito en la historia del socialismo español. Un hombre íntegro y capaz. Uno de los nuestros.

Guillermo destacaba por su voluntad de liderazgo que le llevó, siendo ya doctor en Medicina, a presidir a los Médicos Jóvenes del Colegio de Médicos de España. Aún le recuerdan algunos colegas debatiendo sobre Sanidad y soñando con una España donde todo el mundo tuviera los mismos derechos.

Su paso por el Centro Superior de Investigaciones Científicas, donde obtuvo una beca, hacía presagiar una carrera investigadora de provecho para una inteligencia poco habitual en aquella España oscura y triste.

Antes, mientras estudiaba Medicina, con tan solo 19 años, Guillermo militaba ya en Juventudes Socialistas. Se afilió en 1960 con el compromiso firme de lograr un país mejor, más solidario y más justo.

Dos años después, en 1962, se afilió al PSOE. El partido socialista era el lugar donde otros médicos habían regalado su compromiso al bien público y al programa máximo. Como Jaime Vera, como Juan Negrín, como Luis Martín-Santos.

Sí, aquellos tiempos eran tiempos de silencio. Cuando estos locos, que algunos ahora llaman viejos, se jugaban la vida a cambio de nada. Donde darlo todo no suponía ningún premio. Ahora los llaman… ‘la vieja guardia’. Mientras algunos lastran sus nombres sin saber qué han hecho; tratando de llevar sus recuerdos al baúl de la desmemoria sin lugar en la historia, en el espacio y en el tiempo.

Se equivocan. Se confunden si piensan que vamos a olvidar a uno de los nuestros. No saben que el hueco que dejan  los que ahora también callan, será llenado por el eco de aquellos que años antes dejaron a este país prácticamente nuevo.

Jugarse la vida. Eso es lo que hacían. Porque, en los años sesenta, ser de la comisión permanente del PSOE del Interior te hacía ver sombras cada vez que llegabas a casa o entrabas en las aulas. Tantas veces con la incomprensión de los dirigentes exiliados.

Galeote formó parte de la Comisión Ejecutiva Federal en el Congreso de Toulouse de 1972 y, posteriormente, en las inmediaciones de París, Guillermo ya puso su nombre entre aquellos jóvenes que se hicieron con la dirección del partido, como secretario de Propaganda, en el Congreso de Suresnes de 1974. Una dirección política predestinada a escribir las mejores páginas en la historia de España.

Diputado desde la I Legislatura, Galeote era un hombre de partido que supo compaginar su labor política con la organización de una institución centenaria como lo es el partido socialista.

Como secretario de Administración y Finanzas puso la cara para que se la partieran. Aquellos años miserables en los que Aznar y Anguita, el PP e Izquierda Unida, pidieron que se le retirara el sueldo y el honor.

Cuando el Tribunal Supremo le exoneró de todo delito y sospecha, muchos callaron. Muchos miraron para otro lado tras lustros acusándole en falso. Los que callaron, aunque lo parecían, no eran de los nuestros.

Vi su firma, junto a la de Alfonso Guerra y tantos otros, en el manifiesto que demandaba al secretario general del partido no pactar con los independentistas. Aquellos que nos mataban por la espalda .

Descansa en paz, compañero, que la tierra te sea leve y la memoria no disipe tu nombre como la niebla a veces no nos deja ver el camino que nos hizo llegar hasta aquí. Siempre estarás en nuestro recuerdo, no solo por todo lo que nos diste, sino por el bien de un país que merece ser gobernado por uno de los nuestros.

1 thought on ““Ernesto”, por Antonio Miguel Carmona.”

  1. Ante este articulo, es de agradecer este texto a Antonio Miguel Carmona, con la coletilla de «es uno de los nuestros», coletilla que en ciertos momentos de su actuación política se le olvido al autor Antonio Miguel, cuando se voto en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, la rebaja del IBI, y cuando su amigo Tomas Gomez, fue retirado de la Secretaria General del PSM, ante el desastre que se estaba produciendo en Madrid, que todavía arrastramos. Se olvido de la coletilla de «ser uno de los nuestros», cuando le importo mas, su amistad con una persona que estaba dinamitando el Partido Socialista desde dentro y se pretendía seguir hasta la extinción con la dirección de dicho personaje, con una gestión absolutamente errática en lo económico, y en lo social, que a su vez en lo político estaba solo calentando el sillón dentro del partido socialista, olvidándose de la necesidad de utilizar la estructura del partido para propiciar el Cambio en la Sociedad Madrileña, avalando las continuas victorias electorales del conservador y reaccionario PP de Esperanza Aguirre, avalando la corrupción del PP a titulo lucrativo que se sentencio después. Aval dado por su falta de actuación o su falta de eficacia, en una oposición bastante destructiva consigo misma.
    De esos lodos seguimos teniendo los socialistas madrileños muchos restos que están lastrando las posibilidades del propio partido socialista en España, a pesar del gran impulso que le ha dado Pedro Sanchez, en la actualidad. Antonio Miguel tampoco se acordó de que era «uno de los nuestros», cuando por sus actuaciones erráticas en el Ayuntamiento de Madrid, el Psoe, tuvo que retirarle de su puesto, y aguanto durante mas de 3 años, mirando al tendido e incluso votando con los contrarios a los planteamientos del partido, calentando el sillón de Concejal madrileño, hasta casi el final de su mandato popular.
    Dicen en las empresas, ¡que nunca debes estar, donde no quieren que estes!, y es una realidad que parece que se olvida cuando alguien se mete en política, ya que es muy distinto las convicciones políticas, de la militancia política, una cosa es lo que tu consideras lo que debes apoyar, y otra muy distinta es lo que se puede o no hacer, dentro de una organización, y los partidos políticos, no son diferentes de cualquier otra organización industrial, empresarial, publica o privada que se pueden dar en la actividad humana, con objetivos a cumplir, y éxitos necesarios para seguir manteniéndose en el espectro organizacional de una zona del territorio que es un pais concreto como es España. El Partido Socialista en Madrid, debe volver a ilusionar a sus gentes, y debe liderar con sus cuadros esos Cambios en la Comunidad de Madrid que tanto se necesitan, descartando el proyecto caduco y retrogrado del Partido Popular, y para eso hay que descartar a esas gentes conformistas herederas de la gestión en la oposición de los mas de 30 años del PP, que aunque nadie sobre, dentro del Psoe-M, tampoco se debe confiar en unos gestores que han mantenido al partido fuera del gobierno de la CAM durante tanto tiempo, dando paso a otros que cambien totalmente su dinámica, pues «ser uno de los nuestros» es también saber cuando te toca retirarte y dejar a otros paso para que se produzcan esos Cambios tan necesarios.

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